El Gobierno defiende que su cambio de postura sobre el Sáhara Occidental y su apoyo explícito al plan autonomista de Marruecos ha contado con el aval posterior de Naciones Unidas. Evidentemente no se ha hecho como gesto a la ONU, sino porque fue la condición de Mohamed VI para dejar atrás 15 meses de tensión diplomática. Pero una vez que la decisión se ha adoptado con el reconocimiento de que la autonomía es "la base más seria, realista y creíble para resolver el diferendo", plasmado en una carta del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, al rey marroquí, fuentes gubernamentales consultadas por El Periódico de España aseguran que ha sido bien recibido por el nuevo enviado especial de la ONU para este conflicto, Staffan de Mistura.

Mistura mantiene contactos habituales con el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y de hecho, en sus desplazamientos por el norte de África utiliza un avión de las Fuerzas Armadas españolas. Según las fuentes consultadas, tras el giro de España, que ha dejado atrás su tradicional posición de neutralidad entre Marruecos y el Frente Polisario, el diplomático ha conversado en dos ocasiones con Albares y ha aplaudido que el planteamiento del Gobierno sea ahora mucho más claro.

Fuentes de Moncloa van incluso más lejos y destacan que, desde que llegó al cargo, en octubre del año pasado, Mistura había reclamado a España "no obstaculizar" la búsqueda de una posible solución al conflicto. Esto no obsta para que desde el Ejecutivo se asuma que el giro busca sobre todo superar la ruptura de relaciones con Marruecos y recuperar la normalidad de la cooperación bilateral. Fue la falta de apoyo del Ejecutivo al respaldo de Donald Trump a la marroquinidad del Sáhara lo que soliviantó a Rabat y las hostilidades con España no han cesado hasta que esto se ha corregido.

Sánchez: "Es la mejor salida"

En una conversación informal del presidente del Gobierno con periodistas, en el avión en el que viajó para su reciente encuentro con Mohamed VI en la capital marroquí, que selló el final de la crisis y la apertura de una nueva fase entre ambos países, Sánchez sostuvo que el giro sobre el Sáhara es "bueno" para los intereses de España. Porque, explicó, "había que normalizar las relaciones con Marruecos" y es la "mejor salida" para resolver un conflicto territorial que está enquistado desde hace casi cinco décadas, cuando en 1975 España abandonó esta colonia en el norte de África.

El jefe del Ejecutivo subrayó que la solución se alcanzará en el seno de la ONU, con el trabajo que está haciendo De Mistura, que será Marruecos y el Frente Polisario quienes decidan y que varios países, "que no son menores", dijo, como EEUU, Francia y Alemania apoyan la vía de la autonomía. Es relevante que el propio presidente considere que este respaldo pueda alumbrar un desbloqueo ya que va en la línea del apoyo que, en privado, ha dado el enviado especial de la ONU a que España tenga ahora una postura más clara y más activa.

Precisamente este miércoles, durante la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, Staffan De Mistura, informará sobre los contactos con todas las partes del conflicto y los países implicados. Y se considera posible que la ONU llame a Marruecos y al Frente Polisario a retomar las negociaciones y poner fin a la actual escalada militar.