El PSC se ha desmarcado, por la contundencia independentista de los términos en los que juzgan que está redactada, de la declaración de condena del Catalangate de la junta de portavoces del Parlament. El texto, suscrito por ERC, JxCat, la CUP y también por los comuns, denuncia entre otras cosas que el episodio de espionaje a políticos soberanistas “continúa enmarcado en la causa general contra el independentismo, iniciada en 2017 para contrarrestar un movimiento pacífico, cívico y democrático”.

Esa y otras alusiones eran las que el PSC quería matizar o eliminar con sus enmiendas, pero finalmente su negociación, encabezada por la portavoz parlamentaria del partido, Alícia Romero, no ha llegado a buen puerto. Las reticencias sobre todo de JxCat han impedido que el Parlament cuente con la aprobación del primer partido de la Cámara para sacar adelante su condena del CatalanGate.

Precisamente esa palabra, la de CatalanGate, es otra de las que los socialistas han intentado extraer del texto sin éxito. Lo mismo ha sucedido con las alusiones al “espionaje contra la disidencia política” o con las que se refieren a la “persecución” contra el independentismo, que también figuran en la declaración final.

Adopción urgente de medidas

El texto consensuado por los independentistas y los comuns condena “el espionaje político” y da apoyo a los afectados. La Cámara también “exige al Gobierno del Estado que investigue con la máxima celeridad y transparencia” y que “dé explicaciones” sobre el caso. Además, reclama “la adopción urgente por parte del Estado de medidas para erradicar el espionaje político antidemocrático”, para “garantizar que ninguna persona pueda ser víctima de espionaje y persecución por defender un proyecto político”. 

En el último punto de la declaración, los partidos firmantes se comprometen “a proteger y preservar los derechos de las personas espiadas, entre ellas diputadas de esta Cámara, a través de personarse en las causas que se abran a raíz de las denuncias de las víctimas”.