El presidente del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE)Koen Lenaerts, calcula que la sentencia de la justicia europea en la que se dará respuesta a las dudas sobre las euroórdenes que planteó el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, para decidir si debía cursar una nueva para tratar de conseguir la entrega del expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont y del resto de huidos se conocerá a finales de año.

Al término de la vista celebrada el pasado 5 de abril en la sede del TJUE en Luxemburgo, el abogado general Jean Richard de la Tour anunció que formulará sus conclusiones sobre las euroórdenes el próximo 14 de julio, por lo que se calculaba que la sentencia del tribunal se conocería un mes después, como suele ser habitual. Sin embargo, Lenaerts, que visitó este viernes el Tribunal Constitucional español, que calificó de "uno de los más prestigiosos, respetados y admirados de Europa" y donde impartió una conferencia sobre la protección de los derechos fundamentales en el ordenamiento jurídico de la Unión Europea, comentó a los periodistas que previsiblemente el fallo se conocerá a finales de año.

El presidente del TJUE se mostró consciente de la trascendencia que su resolución tendrá en el futuro de las euroórdenes, porque el núcleo de lo que deben decidir es si un país puede negarse a entregar a una persona porque considera que el tribunal de otro Estado que lo reclama no es el competente para ello, que es lo que decidió Bélgica respecto al 'exconseller' de Cultura Lluís Puig.

Importancia de las cuestiones prejudiciales

Durante su conferencia Lenaerts destacó la importancia de las cuestiones prejudiciales para desarrollar el jurisprudencialmente la Carta de derechos fundamentales de la Unión Europea, porque "en su mayoría" las dudas planteadas "tienen por objeto la protección de los derechos fundamentales.

A lo largo de unos 40 minutos el presidente del tribunal europeo reflexionó sobre el diálogo entre este y los Constitucionales de cada país, que "busca construir puentes entre estos ordenamientos jurídicos y crear sinergias para brindar a los justiciables una protección eficaz, completa y ordenada de sus derechos fundamentales".

Insistió en la necesidad de que los Estados miembros independientemente de su modelo constitucional y de su identidad nacional, respeten el Derecho de la Unión: “Dicha identidad no puede servir a los Constitucionales de excusa para cerrar las puertas al diálogo prejudicial ni para poner en tela de juicio la interpretación del Derecho de la Unión que ha hecho el Tribunal de Justicia”.

Por su parte, el presidente del Constitucional, Pedro González-Trevijano, destacó el profundo europeísmo español, lo que atribuyó a la larga dictadura que se vivió con el franquismo. En este sentido, aseguró que el TC debe velar por el respeto del principio de primacía de la Unión Europea en los casos en que exista una interpretación efectuada por el propio TJUE.