Los socios de Foment del Treball tienen hasta el 11 de julio para organizar candidaturas electorales y concurrir a los comicios para la presidencia de la histórica patronal catalana. Quien ya ha confirmado que se presentará es el actual presidente, Josep Sánchez Llibre, que pretende revalidar el cargo y encarar un segundo mandato para culminar los retos pendientes del primero y de nuevos, como retomar la frustrada ampliación del aeropuerto de El Prat. Este martes la junta directiva de la patronal ha presentado el calendario electoral, cuya fecha de votación será el lunes 18 de julio, tal como adelantó EL PERIÓDICO, diario que pertenece a este mismo grupo, Prensa Ibérica.

Sánchez Llibre ha oficializado este martes el adelanto electoral en Foment y lo ha justificado debido a la "incertidumbre económica de la actual coyuntura", la "inestabilidad" que prevé para los próximos meses", con una "inflación desbocada" y “falta de materias primas". Todo ello derivará, según su diagnóstico, en un "probable otoño caliente" que pretende encarar con la presidencia de Foment ya asentada y no en pleno proceso electoral. Todavía no ha revelado su programa electoral para los próximos años, pero sí ha avanzado dos prioridades. La primera conseguir que regrese su sede social a Catalunya algunas de las grandes empresas que se marcharon en las vísperas del 1-O. La otra es conseguir la ampliación del aeropuerto, para la que ya ha programado el 21 de noviembre un acto junto al IESE para revitalizar el proyecto.

El líder empresarial no tiene constancia de que haya movimientos entre bastidores para armar una candidatura alternativa a la suya a la presidencia de la patronal catalana. No la hubo cuando hace cuatro años se presentó en solitario para suceder a Gay de Montellà, el entonces presidente saliente. Y no la hay en la entidad desde el 2010, cuando Joaquim Boixareu se lanzó (sin éxito) a disputarle el sillón a Juan Rosell.

Ciclo electoral entre el empresariado

El mundo empresarial catalán ha vivido unos últimos años convulsos, dada la entrada en escena del independentismo y sus intentos de asaltar las plazas más relevantes del asociacionismo económico. La ANC consiguió la victoria para su candidatura en el 2019.en la Cambra de Comerç, aunque dos años más tarde fracasó en su conato de hacerse con la presidencia de Pimec. Si finalmente no hay candidatura alternativa a Foment, estas serían las primeras elecciones de relevancia en las que no hay disputa y el independentismo no consigue o cree conveniente presentar candidatura.

Aquellas candidaturas que pretendan presentarse deben reunir el aval de un mínimo de 40 socios de Foment, entre los algo más de 100 socios colectivos y 500 socios individuales que forman la histórica patronal catalana (con 250 años de historia a sus espaldas).

Y si el 11 de julio a las tres de la tarde nadie más que Sánchez Llibre ha presentado candidatura a presidir Foment, la Junta Directiva de la entidad proclamaría sin necesidad de votar al actual presidente. El 11 de julio cae un día antes de los comicios a otra entidad empresarial de los patricios catalanes: el Cercle d'Economía, donde el exconsejero delegado del Sabadell, Jaume Guardiola, se medirá con la empresaria y economista Rosa Cañadas.

Sánchez Llibre adelanta sus comicios, que inicialmente estaban previstos para el otoño. Y espacia así las votaciones respecto a las otras elecciones empresariales a las que están convocados los socios de Foment: las de la CEOE. En noviembre está programado que los asociados de la gran patronal española vuelvan a las urnas y decidan presidente por cuatro años más. El actual líder, Antonio Garamendi, todavía no ha oficializado si se presenta por cuatro años más, aunque su continuidad se da por sentada entre las esferas empresariales. Cabe la incógnita de si en dichos comicios habrá o no candidato alternativo.

Las relaciones entre Garamendi y la anterior dirección del PP, de Pablo Casado, fueron tensas y fuentes conocedoras explican que los populares tantearon a diferentes personalidades del mundo empresarial para intentar armar una candidatura alternativa. No obstante, tras la defenestración de Casado por el tándem Feijóo-Ayuso, las aguas entre la gran patronal y el PP han vuelto a su cauce. Lo que no excluye que alguien pueda intentar aupar a un nuevo aspirante.

La gestión de Garamendi durante los dos últimos años de pandemia y frenético ritmo del diálogo social no ha sido ajena a las fricciones internas. Por ejemplo, la votación sobre si la CEOE apoyaba o no la reforma laboral salió adelante con los votos contrarios de la sectorial del auto, la agrícola y las patronales madrileñas y catalanas. Garamendi ha tratado mantener un equilibrio entre los suyos, alternando posturas favorables al Gobierno (como el apoyo a la primera subida del salario mínimo a 950 euros), a otras contrarias, como su 'no' a los dos últimos incrementos hasta los actuales 1.000 euros.