El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, ha centrado su primera intervención en el debate sobre el estado de la nación en la situación económica y ha anunciado nuevas medidas en materia impositiva y fiscal, entre las que destaca la creación de un impuesto a los beneficios extraordinarios de las grandes empresas eléctricas. Más desapercibida ha sido la presencia de la agenda valenciana en un discurso que ha sobrepasado la hora y media de duración.

Sin ningún tipo de referencia a la financiación autonómica, Sánchez ha eludido en su primer debate sobre el estado de la nación como presidente mencionar el principal problema de la Comunitat Valenciana. Por el contrario, la gigafactoría de baterias para vehículos eléctricos de Sagunt si ha encontrado espacio en el discurso del presidente. Sánchez enmarca este proyecto dentro de la política industrial que se está poniendo en marcha en colaboración con el sector privado. Espera que junto a la planta prevista en Extremadura, "creen miles de puestos de trabajo y aseguren un futuro brillante para la industria del automóvil".

El líder del ejecutivo ha hecho mención así mismo a la descentralización de organismos, en línea con el proyecto federal que defiende. Una medida apoyada de fondo por el Consell, partidario de la redistribución de las instituciones por todo el país, pero no en la forma. Pues Puig es partidario de trasladar desde Madrid también organismos ya constituidos.

Desde la tribuna de oradores, Sánchez ha reafirmado el compromiso de su gobierno de abolir la prostitución. Un anuncio que supone la reafirmación de las políticas impulsadas por el Consell, y que el PSOE adoptó como propio y consideró prioritarias tras su XX Congreso Federal, celebrado en València el pasado mes de octubre.