El duro análisis que un sector del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha realizado del candidato a fiscal general, Álvaro García Ortiz, servirá de argumento a la oposición en la comparecencia que este debe realizar en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados el próximo jueves, 28 de julio.

Esta es la fecha elegida para solventar el último trámite que queda antes de su designación como primer responsable de la Fiscalía y todo parece aventurar que, al igual que ocurrió con su antecesora, Dolores Delgado, la sesión estará muy lejos de ser pacífica, según fuentes parlamentarias consultadas por El Periódico de España.

A diferencia de lo ocurrido en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), dividido con doce votos frente a siete la hora de dar el plácet al que será nuevo jefe de los fiscales españoles, en el Congreso este asunto no se someterá a votación. García Ortiz presentará su proyecto para la Fiscalía General del Estado y los portavoces de los distintos partidos podrán plantearle preguntas durante una intervención fijada en diez minutos, señalan las mismas fuentes.

En este breve espacio de tiempo deberán explicar también si consideran a García Ortiz idóneo para el cargo, por lo que no se aventura una sesión pacífica. Su elección genera recelo entre los grupos de la oposición, que dudan de que el futuro fiscal general pueda sacarse de encima la sombra de su polémica antecesora. Durante su intervención este miércoles en el Senado, donde se aprobaba la última reforma del Poder Judicial, el senador del PP Fernando de Rosa ya manifestó sobre el candidato que "no se puede pasar de ministra a fiscal general, ni de participar en actos del Partido Socialista de Galicia a fiscal general". 

Argumentos del CGPJ

Con total seguridad, los diputados más críticos con la elección de Pedro Sánchez echarán mano de los duros argumentos vertidos en su voto particular por siete de los vocales del CGPJ designados a propuesta del PP, que continúan en su puesto a pesar de que su mandato caducó hace más de tres años y medio por culpa de la falta de acuerdo político.

En este voto, los vocales conservadores argumentan en términos muy duros que, a su juicio, el candidato del Gobierno "no es idóneo para desempeñar el cargo de Fiscal General del Estado". Entre otros motivos, por su participación en actos que han creado "una apariencia de vinculación con el Poder Ejecutivo que no contribuye a la percepción de la independencia e imparcialidad de la institución que ha de dirigir".

Se refieren concretamente a la participación de García en un acto organizado por el PSOE de Galicia en 2019 que, según los vocales conservadores "no consistió en un debate de ideas en el marco de una actividad académica, sino de una entidad (un think tank) cuya razón de ser es proporcionar sustento ideológico a un partido político", coincidiendo además con un periodo electoral. 

El voto particular alude también a la trayectoria de García Ortiz como jefe del Gabinete Técnico de la Fiscalía General, que a juicio de los firmantes del voto no permite formular "un pronóstico positivo de gestión" Señalan al respecto que durante su periodo en este puesto clave para el Ministerio Público no se formuló "ni una sola circular que contribuya a la formación de doctrina o a esclarecer el sentido de las leyes o la jurisprudencia". 

Los diputados, según las fuentes consultadas por este diario, podrían recordar también, al igual que hicieron los vocales, episodios como la intervención de García en el denominado caso Stampa o la respuesta proporcionada a la Sala Tercera del Tribunal Supremo para insistir en nombramientos relevantes de la Fiscalía declarados nulos.

Lejos de quedarse en un mero formalismo, la comparecencia parlamentaria de Dolores Delgado antes de ser nombrada fiscal general, el 20 de febrero de 2020, rompió con la tradición de constituir un mero trámite de cortesía. En dicha ocasión, los portavoces del PP, Ciudadanos y Vox rechazaron que pudiera otorgársele la idoneidad dada su condición de exministra y la vincularon con "deudas" derivadas del pacto de investidura con formaciones independentistas. En el caso de García Ortiz, la situación tiene todos los visos de repetirse.