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Cataluña

Junts se plantea un progresivo aislamiento de Laura Borràs

Convulsión en la formación después de la (pen)última polémica de la expresidenta del Parlament

Laura Borràs besa a Jordi Turull durante un acto de campaña celebrado en Reus, en enero del 2021. EFE

En los partidos políticos existen la unidad, los matices, las discrepancias, el choque frontal... y luego está la distancia que separa a Laura Borràs de numerosos dirigentes de su propia formación: están en las antípodas. La decisión de la presidenta del partido de apoyar de forma entusiasta a quienes boicotearon el homenaje a las víctimas de los atentados de Barcelona ha sido, quizás, la gota que colma el vaso de la paciencia de un numeroso sector de la dirección que considera que la destituida presidenta del Parlament hace exactamente lo contrario que JxCat busca: ser un partido serio y de gobierno. En cambio, las formas y el fondo de Borràs, según se admite internamente, se acercan más al populismo y al trumpismo. ¿Qué hará el secretario general, Jordi Turull? De momento mantiene silencio y lo más probable, según las fuentes consultadas, es que no haya decisiones inmediatas, sino un proceso progresivo de aislamiento de Borràs y su grupo de ruidosos incondicionales para que el partido no se vea arrastrado a posiciones marginales en el tablero político.

Entre la dirección de Junts cunde desde el miércoles un sentimiento que va desde la preocupación a la enorme incomodidad, pasando por la indignación. Sin embargo, entienden que el populismo y personalismo extremo con el que Borràs ejerce su papel son la mejor manera de situarla cada vez más fuera de juego. Eso sí, los dirigentes consultados tienen claro que el partido plantará cara. Ya lo ha hecho internamente, cuando en una tensa ejecutiva diversos nombres destacados del partido y el Govern le reclamaron que diera un paso atrás cuando se abrió juicio contra ella por corrupción. Este miércoles el partido tardó apenas dos horas en desmarcarse públicamente de la actuación de Borràs en el homenaje del 17-A. El partido tampoco ha comprado en ningún momento la tesis de Borràs en defensa de su mano derecha, el diputado Francesc de Dalmases, que agarró del brazo y abroncó a una periodista de TV-3.

Turull va ganando batallas

El capítulo de desencuentros es ya notable. Y la tesis principal es que Borràs se está rodeando ella sola de un reducto minoritario. Recuerdan que Turull fue más votado que ella en el congreso, y que los fieles de la presidenta del partido perdieron nítidamente varias votaciones en la ponencia organizativa. Recuerdan además que la decisión del Parlament de suspenderla como presidenta de la Cámara no ha llevado a ningún terremoto en el Govern, como ella promovía, dado que Turull también salió al paso del discurso incendiario de Borràs ese día y pidió evitar el choque de reproches entre partidos independentistas.

Con todo, en el partido también hay quien cree que la situación es insostenible, que Borràs no dejará de protagonizar escenas populistas que arrastran a la marca de Junts y que a las puertas de unas elecciones municipales decisivas para la formación, no puede mantenerse esta sangría interna. Que Borràs no tiene intención de cambiar quedó de nuevo claro este jueves en Catalunya Ràdio, cuando eludía toda autocrítica sobre el boicot al homenaje a las víctimas y salía al ataque contra la gestión autonómica del Govern del que Junts forma parte. El partido celebrará una reunión de la comisión ejecutiva el día 29 de agosto que promete ser, de nuevo, intensa.

Trumpismo y supremacismo

Mientras, ERC mira la situación con una indisimulada satisfacción. Constata que Borràs es trumpismo puro y sitúa al principal rival en posiciones marginales. También en la CUP ven con preocupación que Borràs aliente a un sector antipolítico, populista y supremacista, del independentismo catalán.

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