Pedro Sánchez no renuncia al combate directo con Alberto Núñez Feijóo a pesar de los cambios que ha hecho en la cúpula del PSOE y en la portavocía del grupo parlamentario en el Congreso para contar con más voces que defiendan la gestión del Gobierno y repliquen a las críticas del PP. El presidente, que el lunes regresó tras dos semanas de descanso estival y el martes inició una gira oficial por Colombia, Ecuador y Honduras, sigue inmerso en el cuerpo a cuerpo con el líder del PP, como ha demostrado en su comparecencia en Bogotá junto al nuevo mandatario colombiano, Gustavo Petro, y en una conversación informal con los periodistas que le acompañan en el viaje.

Horas antes de que este jueves se convalide en el Congreso el decreto de medidas de ahorro energético, con el apoyo de los socios de investidura y el rechazo frontal del PP, el jefe del Ejecutivo acusó al PP de no defender a clase media trabajadora y de mantener una actitud "contraria al sentido común", que va contra el interés general. "De dos años a esta parte sufrimos una oposición negacionista que carece de sentido de Estado y que no cumple con sus obligaciones constitucionales", afirmó.

En el avión, antes de aterrizar en Quito, el presidente continuó con estas críticas en una charla con los medios de comunicación y, según informa Efe, sostuvo que con la llegada de Feijóo el PP ha ido a peor. La relación con Pablo Casado ya era inexistente, pero Sánchez reconoció que no ha mejorado con el nuevo dirigente popular, a pesar de que inicialmente se esperaba que un líder más templado como Feijóo pudiera contribuir a restablecer la interlocución entre Moncloa y el principal partido de la oposición. Esta supuesta moderación del expresidente de la Xunta de Galicia es lo que tanto desde el Gobierno como desde el PSOE se enmienda; de hecho justifican la ofensiva contra el presidente popular en la necesidad de "desnudarlo" políticamente.

Ofensiva del PSOE

Desde que en julio pasado se produjo la sustitución de Adriana Lastra y el nombramiento de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como nueva vicesecretaria general del PSOE, de la ministra de Educación, Pilar Alegría, como portavoz del partido, y el ascenso de Patxi López a la portavocía del grupo parlamentario en el Congreso, los principales cargos socialistas y los ministros ha comenzado una batería coral de críticas a Feijóo. Los miembros del ala socialista del Gobierno, habitualmente centrados sólo en hablar de sus temas y no de política en general, se dedican ahora a dar la réplica a los ataques del PP. Esto podría hacer pensar que el presidente iba a quedar protegido en su figura institucional, pero Sánchez permanece inmerso en el enfrentamiento con Feijóo.

La señal que lanza Moncloa es que esta ofensiva continuará y nada hace pensar en que se pueda recomponer la relación. Sánchez rechaza que sea él quien tenga la responsabilidad de llamar a Feijóo y sostiene que la comunicación es bidireccional. Recuerda que cuando él era líder de la oposición hablaba mucho con el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

El jefe del Ejecutivo, asegura Efe, está convencido de que los ciudadanos españoles ya van conociendo cómo es el presidente del PP en realidad y qué tipo de oposición hace. Algo que cree que seguirá ocurriendo en los próximos meses porque asegura que "aún quedan muchos metros hasta la meta".