Ni habrá giros en el guion ni una apuesta por templar la postura inicial. Las dudas suscitadas en el seno del PP a lo largo de esta semana por el beligerante rechazo al debate sobre el impuesto a las energéticas y la banca que el Gobierno propone se han terminado. O, al menos, en la cúpula no parece haber fisurasmantendrán una oposición severa a la propuesta de Pedro Sánchez e insistirán en que “adecuar el impuesto a la tasa que pide Bruselas” es “exactamente la postura del PP”.

El partido de Alberto Núñez Feijóo celebra este fin de semana la 25 Interparlamentaria en Toledo (un cónclave que reúne casi a 700 dirigentes de los parlamentos autonómicos, el europeo, Congreso y Senado) para preparar a la formación en un año clave, que coincide con el final de la legislatura en muchas autonomías y ayuntamientos. Y la jornada del sábado contó con un espaldarazo que pocos conocían tras días complicados en los que daba la impresión de que la estrategia del PP estaba en tela de juicio: una intervención de la presidenta de la Comisión EuropeaUrsula von der Leyen, dando apoyo cerrado a Feijóo.

La máxima referente de los conservadores europeos participó en la reunión del PP justo después de días intensos en los que el Gobierno se lanzó a por Feijóo insistiendo en que “no estaba alineado con el PP europeo” en la crisis energética y en el debate sobre una tasa que grave los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas. Los populares toman aire y aseguran que no se saldrán del camino emprendido esta semana “por mucho que las críticas arrecien”. 

Fuentes de la dirección nacional insisten en que mantendrán el desafío al Ejecutivo: “No vamos a dejar de decir lo que ha pasado. Quien ha rectificado, quien ha cambiado su posición, es precisamente el Gobierno”, repiten una y otra vez afirmando que “resistirán a la presión” generada en la última semana. “Nuestra postura está ahí desde el mes de julio. Es pública. Nos abrimos a un impuesto a las compañías energéticas, no a los bancos como quiere el Gobierno porque no tienen nada que ver con la crisis de suministro”, recalcan. “Y lo dijimos. No se puede hacer un impuesto sobre ingresos, sobre ganancias, porque es ilegal”, vuelven a decir.

En la propia interparlamentaria miembros destacados de la dirección continuaron haciendo pedagogía para insistir en que el partido no puede ceder en un asunto “en el que siempre fue por delante y se alineó con Europa”. La percepción, muchos dirigentes no lo niegan, es que el Gobierno “metió un gol” al hablar del “espíritu” del impuesto, “haciendo como que pedía lo mismo que Bruselas”. Y de ahí surgieron las dudas iniciales y el temor que muchos dirigentes expresaron. Sin embargo, el mandato de Génova es claro: no moverse un ápice de su posición, que el diputado Mario Garcés, expresó con “demasiada contundencia” para algunos cargos relevantes.

Más allá de las formas, en la dirección siguen defendiendo el voto contrario a la postura del Gobierno a pesar de que lo que se votaba el martes en el Congreso era simplemente la toma en consideración de una propuesta que luego continúa el debate parlamentario. El punto más delicado era precisamente si el partido pudo optar por la abstención y evitar escenificar un rechazo teniendo en cuenta que sí apoyaría una tasa igual que la de Bruselas, tal y como publicó este diario.

Pero en el entorno del presidente niegan la mayor y zanjan el asunto: no cabía una abstención en una propuesta “ilegal e inconstitucional”. Por eso, recuerdan, la portavoz y secretaria general, Cuca Gamarra, pidió que la retiraran hasta conocer la pauta europea para adecuarla directamente.

El PP no se pronuncia sobre sus futuros movimientos. Pero como adelantó este diario, sí apoyaría un impuesto similar al europeo siempre y cuando la banca quedara fuera del gravamen, y la tasa se aplique sobre los beneficios extraordinarios consecuencia de la inflación y no sobre los ingresos. Además, consideran que el impuesto, en línea con lo que explicó Von der Leyen, debe ser “finalista” y tener efectos directos en la factura de los consumidores.

Las miradas, a González Pons

El PP se mantiene desafiante, convencido además de que cuentan con respaldo europeo por mucho que el Ejecutivo quiera escenificar un alejamiento. “El video de Von der Leyen es un ejemplo clarísimo”, señalaban distintos dirigentes. Además, afirman que la participación estaba prevista desde hace días.

A raíz del desajuste que durante estos días pudo producirse a la hora de expresas las posturas del PP en España y en Bruselas, y la negociación del Consejo General del Poder Judicial, que sigue absolutamente estancada a pesar de los distintos elementos que aumentan la presión para renovarlo, todas las miradas se han vuelto a centrar en Esteban González Pons, uno de los ‘hombres fuertes’ de Feijóo y al que el presidente conservador ha confiado muchas competencias relevantes. Entre ellas, precisamente, la interlocución con el Gobierno en materia de Justicia y, por razones evidentes, el hilo de contacto con el mundo europeo.