La competencia fiscal abierta entre la Junta de Andalucía y la Comunidad de Madrid en los últimos días ha puesto negro sobre blanco las dos ‘superbaronías’ que existen en el seno del nuevo PP. Aunque el debate se ha centrado en lo económico y en la política fiscal, distintos dirigentes con trayectoria en la formación reconocen que “el mar de fondo va más allá”, y lo ven como una declaración de intenciones en lo político por parte de ambos. “Han tomado posiciones”, explican.

El perfil de Isabel Díaz Ayuso, que representa el ala más liberal y desacomplejada, cuya política fiscal es de sobra conocida (en muchas ocasiones en el centro de la diana del Gobierno y sus socios parlamentarios catalanes) se ha encontrado de frente con un poderoso Juanma Moreno, hacedor de la mayoría absoluta más importante que se recuerda en el PP en mucho tiempo y convencido de que Andalucía puede y debe mirar ya “de tú a tú” a Madrid y Cataluña.

En el partido descartan “un enfrentamiento” como tal y los dos presidentes autonómicos se lanzan elogios públicos, pero tampoco esconden ya la rivalidad entre ambos. Moreno dejó claro que su objetivo es atraer inversores y terminar con el exilio fiscal de muchas fortunas que terminaron yéndose a la capital por el alivio en los impuestos. Y Ayuso no tardó en ironizar cuando se encontró el anuncio de su compañero de filas dejando claro que ella (en realidad, el PP de Madrid) es la impulsora de estas políticas: “Bienvenidos al paraíso, andaluces”.

Moreno, a lo suyo

"Nadie en el PP va a pelearse por llevarse a los ricos de una comunidad a otra", aseguran desde el entorno del presidente andaluz, con dos avisos claros: "Esto no va contra nadie pero sí por Andalucía" y "Por delante del partido está la comunidad". "Han entrado al trapo nada más enseñarles el piquito de la muleta", ironiza alguien del equipo de San Telmo. No hay intención de molestar pero si alguien se tensa o se ofende no les preocupa, vienen a resumir en el círculo de Moreno.

El Gobierno catalán hizo muy explícito que se sentía ofendido, pidiendo a Moreno que dejará "en paz" a los catalanes y atacando lo que consideran una "subasta fiscal populista". El Gobierno de Madrid se cuidó de no evidenciar tensión pero en Andalucía saben que existe. Cuando se pregunta por qué no fue la presidenta Díaz Ayuso al desayuno informativo del pasado lunes, al que acudió Alberto Núñez Feijóo a arropar la propuesta fiscal de Moreno, se recibe el silencio por respuesta. "Tendría agenda. Estaría ocupada", poco más, "estaba invitada".

Recelos en Sol

La realidad es que en la Puerta del Sol miraron con recelos el paquete fiscal que el presidente andaluz anunció en uno de los hoteles más emblemáticos de Madrid. “Quiso hacerse con una de las banderas más poderosas de Ayuso a pocos metros de su casa y dijo con claridad que pretende recuperar a empresarios que se han venido aquí”, explica una persona de su entorno. La presidenta madrileña no estuvo en el desayuno de Moreno porque en ese momento atendía una entrevista radiofónica. En su lugar, el alcalde José Luis Martínez-Almeida ejerció de anfitrión y el padrino de las medidas de Moreno fue Feijóo. Hay otro elemento más, no menor, la química personal. El presidente del PP no se enfrenta a Ayuso, la cuida en su relación pública, pero los lazos de amistad, de pasar vacaciones juntos, de compartir días en familia, la tiene con Moreno.

Autonomía para los barones

El líder del PP ha ido esquivando el debate surgido estos días, arremetiendo contra el Gobierno por hablar de “recentralización” de impuestos mientras defiende el ejercicio de las competencias autonómicas. “¿En qué quedamos?”, repetía el dirigente gallego en algunas de sus intervenciones públicas sin entrar al meollo de la cuestión en su partido. 

Prefirió ponerse de perfil y dejar en manos de sus barones las decisiones dentro de sus competencias fiscales, asumiendo incluso diferencias importantes entre territorios. Sí defendió que Moreno “simplemente cumplía su programa electoral” al suprimir el Impuesto sobre el Patrimonio y también que las autonomías del PP “tienen tendencia a bajar impuestos en vez de subirlos como hace el PSOE”. Cuando era presidente de la Xunta de Galicia y ERC acusó a Ayuso en 2020 de hacer “dumping fiscal”, Feijóo defendió la existencia de unas horquillas que diera libertad a las comunidades y, al mismo tiempo, no provocara una excesiva competencia desleal

En el equipo de Moreno cada vez que se pregunta por la pugna con Madrid y los roces con Díaz Ayuso también optan por la cambiada por respuesta. El presidente andaluz vistió de largo su propuesta en la capital no solo porque la resonancia mediática de Madrid es mucho mayor, están encantados de haber trasladado fuera de Andalucía el que será uno de los anuncios más importantes de la legislatura y haber conseguido marcar el paso toda la semana, sino también porque en las mesas del desayuno estaba buena parte de su público objetivo. En el discurso público para la supresión del impuesto de Patrimonio, el presidente andaluz habla de la fuga, en el último año contabilizado, de diez de las veinte fortunas que más pagan por este impuesto en la comunidad. Aseguran no poder ofrecer datos en público de quiénes son ni dónde se exilian pero en privado no tienen dudas: "Se van a Madrid". Es allí donde se domicilian los ricos de la comunidad andaluza, aunque no cambien realmente su residencia. Son a los que piden que vuelvan a casa. Viven en Andalucía la mayor parte del tiempo pero residen en Madrid y votan allí, la inmensa mayoría a Isabel Díaz Ayuso, como anécdota.

Desayuno en Barcelona

Después el debate se ha orientado también hacia Cataluña, una comunidad a la que Moreno ya lanzó guiños en 2020, cuando prometió abrir una oficina de la Junta en Barcelona, con fines comerciales y de captación de inversores y empresas, que ahora sí se llevará a cabo. La acogida de la propuesta fiscal de Moreno en Cataluña y el eco mediático de su ofensiva en los medios de comunicación catalanes ha sido una sorpresa. "Eso lo esperábamos pero no tanto", confiesan fuentes del Gobierno andaluz. Para Moreno es la prueba fehaciente de que ese debate existe, de que una parte de la sociedad catalana está cansada de pagar impuestos. "Cataluña se ha convertido en un infierno fiscal", aseguran en el Gobierno andaluz, "aquí tienen su casa", repite el presidente. Moreno tiene previsto protagonizar pronto un encuentro informativo en el Cercle d'Economia en Barcelona con el respaldo de un grupo editor catalán.

El barón andaluz es consciente de que debe ir con pies de plomo y de que no todas las comunidades, incluidas las del PP, tienen las mismas posibilidades de bajar impuestos ni las mismas políticas o intereses. Sostienen en el Gobierno andaluz que la pandemia ha puesto de relevancia una realidad importante: "Muchos de las más importantes ejecutivos de multinacionales se vinieron a 'teletrabajar' a Andalucía". Creen que era una oportunidad de ofrecerles censarse aquí eliminar Patrimonio. Igual que al importante nicho de residentes británicos en las costas andaluzas. Esas circunstancias admiten que no se dan en Castilla y León o en Galicia, donde Amancio Ortega e Inditex forma parte importante de los activos tributarios de esas comunidad. En la línea de lo fijado por Feijóo, desde Andalucía insisten en que en eso consiste la autonomía fiscal y que cada territorio debe tener total libertad para diseñar su política fiscal.

"Andalucía como valor refugio", insisten fuentes próximas a Moreno, que admiten que el gran logro es conseguir que esta comunidad lidere un debate económico en España. "Es una campaña de publicidad impagable para captar inversores y vender Andalucía con esa marca sin pagar ni un duro a ninguna agencia", le dijo un ejecutivo publicitario a Moreno este miércoles tras la tercera presentación del paquete fiscal en San Telmo.

Andalucía y su presidente han conseguido lo que Feijóo llevaba tratando de hacer desde que llegó al cargo en abril: situar el debate fiscal en la primera línea del debate fiscal en España. "El Gobierno ha entrado al trapo, los socios independentistas de Pedro Sánchez también", se jactan en el equipo andaluz, "no nos ha podido salir mejor".

Es una declaración de intenciones: Moreno considera que su mayoría absoluta permite ahora avanzar en la legislatura "de la transformación" de Andalucía y eso pasa por conseguir que esta comunidad gane peso en el debate nacional y lidere algunas de las reformas pendientes y la agenda política en España. "No todo ocurre en Madrid", avisan. "Andalucía puede hablarle de tú a tú a Madrid y a Cataluña", dijo Moreno este miércoles.

A las similares políticas fiscales les une también el relato político. La popularidad de Ayuso alcanzó sus cotas máximas cuando comenzó una estrategia de confrontación total contra el Gobierno a causa de la pandemia y de las políticas económicas. Es la presidenta autonómica que más ha llevado al Ejecutivo a los tribunales (ayer mismo presentó el recurso de inconstitucionalidad contra el decreto energético de verano que obliga a apagar los escaparates) y no dejó pasar la oportunidad de mandar otra advertencia. “Yo emprenderé todas las acciones que hagan falta si me veo obligada a defender la autonomía fiscal de Madrid”, afirmó.

Antes que ella ya había hablado en la ‘Cope’ el presidente andaluz con un camino muy parecido: “Advierto desde aquí al Gobierno. Si tiene la tentación o hace cualquier maniobra, tendrá una contundente respuesta judicial por parte del gobierno de Andalucía”.