España se comprometió en 2017 a elaborar una ley integral contra la trata, y esa promesa figuró en el acuerdo de coalición de PSOE y Unidas Podemos. Sólo queda un año de legislatura pero Justicia ya ha elaborado un proyecto de ley que ahora negocia con el resto de ministerios. La ministra Pilar Llop garantiza que se aprobará porque es una prioridad del presidente Pedro Sánchez y que, a pesar de las diferencias que pueda haber con su socio, será un texto de todo el Gobierno.

Con motivo del Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, que se conmemora este viernes, la titular de Justicia habla con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario del grupo Prensa Ibérica al que también pertenece este periódico, del texto legal que ultima el Ejecutivo, que tendrá con un enfoque centrado en las víctimas y que perseguirá la trata con fines de explotación sexual, de explotación laboral, de mendicidad y de tráfico de órganos.

En primavera, Llop encargó a la Comisión General de Codificación una propuesta para un texto legal, que ya está listo para ser negociado con el resto de ministerios.

"Va a ser proyecto de ley. Ya tenemos elaborado el documento que ha hecho la Comisión General de Codificación y lo hemos circulado a los ministerios. La pasada semana tuve una reunión con el Ministerio de Igualdad, con la ministra Montero, el día anterior ya le habíamos pasado el texto. Es importante que todos los ministerios que se sientan involucrados sean coproponentes si así lo desean. Tenemos que escuchar a los ministerios porque hay que perfeccionar el texto: Derechos Sociales tendrá mucho que decir, Hacienda, Interior, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones también, e Igualdad tendrá mucho que decir en materia de explotación sexual", subraya la titular de Justicia.

El reloj corre

Abordará distintos aspectos, desde la tutela penal a la procesal y la institucional, según avanza. "Está muy centrado en la víctima", asegura, y además de la prevención, la protección y la persecución "es muy importante una cuarta P, que son los presupuestos, a la hora de tener un compromiso frente a este tipo de crímenes".

Reconoce que si bien la legislatura está en su tramo final y el tiempo aprieta, la ley será una realidad antes de las elecciones generales, asegura la ministra de Justicia.

"Tiene que dar tiempo, uno no hace proyectos de ley para que no salgan, con el esfuerzo que esto supone. Espero que los ministerios den sus observaciones con la mayor celeridad posible. Es una prioridad del presidente del Gobierno, lo ha anunciado, quiere que este proyecto salga cuanto antes, evidentemente. No manejo un plazo para elevarlo al Consejo de Ministros, lo vamos a impulsar de la mejor manera, pero es una ley muy compleja porque toca muchos aspectos", precisa.

Su optimismo puede parecer osado si se tiene en cuenta que el texto aún debe recibir las aportaciones del resto de ministerios, ser aprobado por el Gobierno, recibir los informes preceptivos de órganos como el Consejo General del Poder Judicial o la Fiscalía General del Estado, volver en segunda vuelta al Consejo de Ministros y después culminar con éxito los trámites parlamentarios.

"Creo que es importante tener en cuenta que el Ministerio de Justicia, que es un ministerio de Estado, es uno de los ministerios que está siendo puesto en valor por la buena tramitación legislativa que hace. Y como garante de la buena tramitación legislativa, es muy importante escuchar a los órganos consultivos", defiende.

"Estoy segura de que todos los órganos que tienen que informar van a entender la importancia de que este texto salga porque hay que luchar efectivamente contra las mafias que provocan este tipo de delitos tan gravísimos y tan terroríficos. El proyecto trata de proteger a víctimas de uno de los delitos que provoca las violaciones de todos los derechos que tiene una persona: su vida, su integridad física y psíquica, su libertad, su libertad sexual, su salud o la de sus hijos o familiares, su indemnidad, su integridad moral", continúa.

En enero, el Ministerio de Igualdad envió a Justicia un borrador de ley contra la trata con fines de explotación sexual. Llop asegura que el texto del equipo de Irene Montero se ha tenido en cuenta en el de su ministerio, como también otro que se empezó a elaborar en 2018 cuando ella era delegada del Gobierno contra la Violencia de Género.

"El texto que ellas presentan está basado en el que estuve trabajando en 2018. Es importante la trazabilidad de las normas: cuando uno trabaja en una norma, tiene que decir de dónde viene la norma. A mí me gusta conocer de dónde vienen las normas, quién las elabora, porque así yo puedo contextualizar a la hora de interpretar, de intentar entender por qué un artículo o un precepto se hace en un sentido o en otro", apostilla.

¿Un escollo por Extranjería?

Igualdad ha reiterado en diversas ocasiones, que es necesario reformar la legislación de Extranjería para proteger a las víctimas de trata, que en un amplio porcentaje están en una situación administrativa irregular. ¿Se incorporará esta demanda? Llop tan sólo explica que hay "medidas de extranjería en el texto", pero a continuación agrega que "evidentemente" hay que "escuchar a Interior, Migraciones, Trabajo y al Foro Social contra la Trata".

¿Será este punto de la ley otro nuevo motivo de colisión entre los socios de la coalición? "Espero que eso no sea así, ni tiene por qué ser así. Este es un texto de Gobierno. Creo que todos los ministerios aportarán lo mejor de sí mismos para hacer un texto que sea eficaz, que realmente responda a este fenómeno criminal tan gravísimo. Es un texto que aborda una visión muy amplia y holística", responde.

En cuanto a las cuestiones de igualdad, argumenta que impregna de forma transversal a todo el Gobierno, en el que se da una "perfecta armonía y una perfecta consonancia": "Esta ley es un ejemplo, porque aborda la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y también otras tratas que pueden estar feminizadas y por eso es una ley que debe tener un impacto de género, y en eso también seguro que podremos mejorar el texto y trabajar en ello", prevé Llop.

La ministra de Justicia, Pilar Llop. ALBA VIGARAY

Reitera la ministra que la futura ley se centrará en las víctimas, con itinerarios y ayudas, tipificará en el Código Penal el delito de explotación (hasta ahora sólo se castiga la explotación sexual) y se incluirá la posibilidad de prueba preconstituida para los casos de trata: "No puedo avanzar mucho más porque es un texto que está trabajándose en el seno del Ministerio de Justicia, pero tenemos que recabar opiniones antes de elevarlo al Consejo de Ministros o hacerlo público", afirma.

Tras la publicación en eldiario.es de un borrador del anteproyecto, Justicia incide en que será cautelosa antes de informar con detalle de un texto aún "incipiente" que recibirá modificaciones antes de ser elevado al Consejo de Ministros.

Ni proxenetismo ni prostitución

Lo que deja claro Llop es que la ley integral contra la trata no abordará ni el proxenetismo ni la prostitución, asuntos que sí se recogen en una proposición de ley socialista que se está tramitando en la actualidad en el Congreso.

"Esa ley lo que hace es tipificar el proxenetismo en todo su más amplio sentido, es decir, cualquier promoción, favorecimiento, facilitación de la prostitución de otra persona, incluida la tercería locativa. Y lo desvincula del concepto de explotación sexual, que era un requisito que colisiona con la lucha real contra el proxenetismo. Ese texto ya se tenía que haber aprobado en la ley de garantía integral de la libertad sexual, pero bueno, en el Parlamento se decidió que se sacara y por eso el grupo socialista, que había introducido esas enmiendas, presentó esa proposición de ley", cuenta.

La titular de Justicia esgrime que esta proposición tiene "un espíritu abolicionista", va a "atacar las estructuras machistas que perpetúan el patriarcado" y es "victimocentrista".

Llop pide un debate sobre el modelo de sociedad democrática deseado, que se reflexione si en la democracia caben la prostitución y el proxenetismo, si se debe permitir "el acceso a los cuerpos de otras personas en una economía libre de mercado, como si fueran un producto más de consumo". "¿Este es el modelo que queremos de sociedad para nuestros hijos, para nuestras hijas, para nuestro futuro? Yo, sinceramente, no es el que quiero", dice.

En su conversación con este periódico, Llop enfatiza su valentía también en la adversidad: "Yo no le tengo miedo a nada y creo que ha quedado bastante claro que soy una mujer muy valiente y que soy una persona de convicciones, esté aquí, esté en el juzgado donde me toque estar y esté en la calle viendo una injusticia... o en el metro", concluye.