El Parlamento andaluz aprobó el decreto-ley de rebajas fiscales que presentó el presidente Juan Manuel Moreno hace una semana abriendo una pugna fiscal en el país. La propuesta fiscal andaluza, que contó con los votos a favor de PP y Vox, propone una rebaja del 4,3% del IRPF en los tres primeros tramos (hasta 35.200 euros), eleva en el mismo porcentaje los mínimos exentos de tributar, suprime Patrimonio y elimina el canon del agua. La sexta rebaja fiscal aprobada por Andalucía por un Gobierno del PP desde 2018 detraerá de las arcas públicas un total de 540 millones de euros, 900 millones menos desde que empezaron las rebajas fiscales. Dinero que, según la izquierda, afectará a un empeoramiento de los servicios públicos y debilitará el escudo social, y que, según la derecha, quedará en el bolsillo de los ciudadanos aliviando la crisis. El decreto-ley se convalidó mientras fuera medio millar de taxistas se manifestaban con una gran bronca contra la regulación de las VTC que también se abordó en el pleno.

El anuncio de Moreno de suprimir impuestos en un contexto de inflación e incertidumbre económica, con amenaza de recesión para algunos países por la guerra declarada por Rusia y una crisis energética, ha situado los impuestos en el primer plano del debate político. Tras Andalucía, que copió a Madrid, otras comunidades del PP como Murcia o Galicia han anunciado rebajas fiscales, suprimiendo o tocando a la baja Patrimonio, un impuesto que grava solo a los más ricos, con bienes por encima de los 700.000 euros (exenta la vivienda habitual). Enfrente, el Gobierno de la nación, anunció un impuesto a las grandes fortunas y recuerda que ese el camino que señala la Comisión Europea, la OCDE, el FMI o el Banco Central Europeo, organismos internacionales que piden que se grave la riqueza. “Bajar impuestos junto a una gestión eficaz no es empeorar sino reforzar los servicios públicos para los andaluces”, defendió la consejera andaluza de Economía y Hacienda, Carolina España. “Andalucía no es una paraíso fiscal, simplemente es el paraíso por más que algunos les moleste el avance y el progreso”, defendió frente a la oposición.

El PSOE solo mira a Patrimonio

Como contraofensiva a la supresión de Patrimonio, el Ministerio de Hacienda anunció, después de descartarlo toda la legislatura, que iba a tramitar un impuesto a los más ricos, como pedía Unidas Podemos. El embrollo fiscal fue a más cuando las comunidades socialistas se empezaron a sumar a las rebajas fiscales tras la veda abierta por el PP. El socialista valenciano Ximo Puig anunció también una importante bajada del IRPF en el tramo autonómico, donde las comunidades tienen plenas competencias, para rentas hasta 60.000 euros. Otros barones del PSOE van a seguir el mismo camino y el Gobierno de la nación perfila ahora una rebaja del IRPF en el tramo estatal para las rentas más bajas. Un plan fiscal que negocia ya con Unidas Podemos dentro de los Presupuestos.

El portavoz socialista, Gaspar Llanes, evitó entrar a fondo en la rebaja del IRPF y se centró en la falta de lógica de la medida andaluza respecto a las recomendaciones de los organismos internacionales, sentenciando que la supresión de Patrimonio “atraerá a mercenarios fiscales que no van a invertir ni muchísimo menos”. “¿De qué manual de economía habéis sacado que para ayudar a la inflación hay que ayudar a las grandes fortunas?”, se preguntó el portavoz socialista. Llanes se burló de la teoría económica del caballo y del gorrión que esgrime la Junta, un modelo fiscal que fue novedoso en los 80 en los gobiernos de Ronald Reagan o Margaret Thatcher y que consideraba que beneficiando a los ricos sus beneficios ‘goteaban’ hacia abajo. “Esto no es moderación”, advirtió el PSOE.

El Gobierno andaluz defiende que la bajada de impuestos implicará una mayor recaudación. Para defender esta teoría económica, inspirada en la famosa curva de Laffer, Hacienda insiste en que la supresión de tributos ha traído a Andalucía, desde 2018, 288.000 nuevos contribuyentes y ha aumentado los ingresos en 1.100 millones de euros. No hay ‘ficha’ de quiénes son esos nuevos contribuyentes, pero los datos señalan que la mayoría son trabajadores de renta media, no ricos (un 27% más aproximadamente) que hayan venido a tributar por los beneficios en Sucesiones y Donaciones. La Junta defiende además que basta que 7.000 ricos se censen en Andalucía y paguen IRPF para paliar la pérdida de ingresos.

Todos los partidos de la izquierda condenaron sin medidas tintas que se suprima Patrimonio, 120 millones de euros (datos provisionales de 2021) que pagan unos 20.000 andaluces, con una cuota media de 5.000 euros anuales. "Un regalo a los ricos o muy ricos”. Maribel Mora, de Adelante Andalucía, recordó datos que sitúan a Andalucía en cabeza de la desigualdad y la dependencia económica y se preguntó qué ayuda supone un descuento de 25 euros al año en IRPF. “Esos 25 euros es el coste de la fruta de una semana”, señaló. Adelante Andalucía teme además que la supresión del canon del agua abrirá la puerta a la privatización del servicio.

“Con ustedes la mayoría social, vive peor”, sostuvo desde Por Andalucía Inmaculada Nieto. “Se imaginan que Ayuso, Urkullu o Aragonés se hubieran ido a anunciar que iban a abrir una oficina en Sevilla y a pedir a los empresarios andaluces que se fueran a sus comunidades. Habríamos visto en este Parlamento declaraciones en contra, reprobaciones, condenas porque esto es el ‘A por ellos fiscal’”, denunció, acusando a Moreno de enfrentar a territorios de España por sus ofertas directas a empresas de Madrid o Cataluña, donde la Junta abrirá una oficina comercial para captar inversores. “Están convirtiendo Andalucía en el paraíso para el 0,2% de la población pero no para el resto”, denunció la portavoz de IU.

El portavoz del PP, Antonio Repullo, defendió que el programa electoral de su partido incluía con claridad la Bajada Masiva de Impuestos, y que las competencias de las comunidades implican que cada Gobierno tiene su propio margen para “decidir libremente bajar sus impuestos”. Ahondó en las contradicciones del PSOE. “Otros compañeros suyos socialistas piensan todo lo contrario. Les parece bien lo que hace Ximo Puig pero no les parece bien lo que hace Juanma Moreno”, ironizó frente a la posición del PSOE andaluz. Desde Vox, Javier Cortés, hizo una intervención muy contraria a un paquete fiscal que tachó de “ridículo y tomadura de pelo”, aunque luego votaron a favor.