Francina Armengol puso este martes toda la carne en el asador. La cercanía de las elecciones y la incertidumbre del resultado provocaron que la presidenta del Govern anunciara este martes un paquete de medidas sociales y económicas para hacer frente a la inflación y el alza de los precios sin precedentes en Baleares. 200 millones de euros para 25 medidas que van desde un subsidio de 600 euros para desempleados y fijos discontinuos, ayudas de 250 euros para hipotecas, bonificaciones en el transporte público y el proyecto estrella para el votante de izquierdas: el tren de Llevant, entre otras.

Una Armengol segura y en tono contundente pronunció su discurso de política general en el Parlament por espacio de hora y media descolocando en gran medida a la oposición. Habló en todo momento de "escudo social" para afrontar los próximos meses y ayudar a cerca de un millón de residentes en las islas, lo que significa el 80% de la población.

La socialista repitió en varias ocasiones que no bajaría impuestos como le exigía el PP y como han hecho algunas comunidades socialistas. La visita de Pedro Sánchez el lunes a Mallorca, para anunciar el REB, es la muestra de que Armengol no quiere que se le escape su tercer mandato al frente del Govern ante una Prohens que promete más batalla que su antecesor en el PP. Sánchez sabía que o enviaba dinero a las islas o Balears le echaba por tierra su estrategia en contra de las comunidades del PP que bajaron el impuesto de Patrimonio. Por todo ello, el respaldo del presidente del Gobierno a una de sus baronesas socialistas en forma de la reivindicación histórica del REB.

"Las acciones previstas están centradas en favorecer a las clases media y trabajadora, que han realizado un esfuerzo sin precedentes para garantizar el progreso de la Comunidad y que ahora no se merecen sufrir para llegar a fin de mes", explicó Armengol.

Una de las medidas estrella anunciadas por la presidenta es la creación de un subsidio económico para las personas desempleadas durante los meses de invierno, que llegará a 140.000 personas, entre ellos los fijos discontinuos, y al cual el Govern destinará 54 millones. "Todos contarán con un complemento económico de hasta 600 euros, mucho más que los entre 12 y 50 euros que recibirían si se aplicasen las bajadas del IRPF que algunos visten de solución mágica", en alusión al PP. De igual modo, anunció la subida de un 15% de la renta social garantizada (RESOGA) que beneficiará a 25.000 familias vulnerables. Asimismo, se devolverán las tasas universitarias para los que cursan grados y másteres habilitantes. Ayudas comedor para los centros docentes que no ofrecen este servicio y avales para las hipotecas. "Queremos evitar que muchas familias tengan que elegir entre la luz y la compra. Se fortalecerá el escudo social con una medida más: un bono social térmico de entre 82 y 206 euros, que beneficiará a a 17.000 personas y garantizará que nadie se quede sin calefacción, gas, agua caliente durante el invierno de esta crisis energética mundial", aseveró la presidenta mientras arrancaba el aplauso de toda la bancada de la izquierda y de los numerosos invitados. Es el caso del alcalde de Palma, José Hila, la presidenta del Consell, Catalina Cladera, o la delegada del Gobierno, Aina Calvo.

"Para eso sirven los impuestos que pagan los ciudadanos y también los que aportan las fortunas de más de 700.000 euros, que pueden tener por seguro que continuarán pagando el impuesto de Patrimonio. Lo que no haremos será anteponer los beneficios del 1% a las vidas del 99%", apostilló Armengol en respuesta a las propuestas del PP.