Unidas Podemos ahonda división interna del Partido Socialista en torno a la ley trans de Irene Montero. El socio minoritario de coalición, que en los últimos meses ha protagonizado también importantes turbulencias por las tensiones entre Podemos y Yolanda Díaz, se muestra ahora cohesionado y se esfuerza en remarcar las distintas posiciones que existen dentro del PSOE, al que reprocha su poca claridad en cuanto a derechos LGTBIHurga así en la herida abierta en la organización después de que la activista trans y ex dirigente socialista Carla Antonelli anunciara este martes su baja del partido por el retraso en la tramitación parlamentaria de la ley trans.

Una de las afirmaciones más claras ha sido la del presidente del grupo confederal, Jaume Asens, que en Onda Cero ha establecido la dicotomía entre Pedro Sánchez, como impulsor de la Ley Trans dentro del Gobierno, y la ex vicepresidenta Carmen Calvo, estandarte del feminismo tradicional socialista que en su día mostró su oposición a esta norma. "En el PSOE quien debe mandar es Pedro Sánchez, no Carmen Calvo", ha manifestado Asens. El también líder de los comuns ha lanzado un llamamiento directo al presidente para que "ponga orden y deje las cosas como estaban".

Este martes PSOE y PP volvían a ampliar en la Mesa del Congreso el plazo de enmiendas de la ley trans, cuya aprobación se había acordado para antes de finales de año. Asens, preguntado sobre la posibilidad de que el retraso se hubiera auspiciado a espaldas de Sánchez, ha vuelto a apuntar a una lucha intestina en las filas socialistas: "Creo que sí, no lo puedo demostrar, pero puede pasar perfectamente que Carmen Calvo le haya metido un gol a Sánchez", ha remarcado.

No es la primera vez que la ley trans abre un cisma en el Partido Socialista a cuenta de la llamada autodeterminación de género que recoge el anteproyecto, por el que cualquier persona puede hacer un cambio registral de sexo con su mera declaración. Un cambio que rebeló al feminismo histórico del PSOE, que consideraba que podían desvirtuarse los derechos ya logrados por el feminismo. Apuntaban que estos derechos estaban basados precisamente en las diferencias fisiológicas entre hombre y mujer, puesto que la desigualdad de género, defienden, radica en la posición de debilidad de la mujer frente al hombre, precisamente por su condición física. Finalmente, Sánchez cedió con Montero en la ley trans, pero ese debate resurge a cada paso que da la norma. Ahora Unidas Podemos pide que parte del grupo socialista deje de "poner palos en las ruedas". "Es verdad que hubo un debate, pero hemos llegado a un acuerdo y creemos que ese acuerdo es el que debe de respetarse ahora", ha defendido Jaume Asens.

En Unidas Podemos creen que el debate les favorece. Ellos exhiben cohesión -"en esto estamos todos a una", destacan algunas voces del espacio, que ha vivido fuertes turbulencias internas- y creen que le pasará factura al Partido Socialsita. Creen que es una torpeza del PSOE volver a reabrir este debate, aún más habiéndose tomado ya una decisión que en su momento resultó tan traumática para un sector. Advierten además de que la reivindicación trans "puede llegar a la calle y a la movilización de los grupos afectados", en palabras de Asens. Algunos colectivos trans afines a Irene Montero ya han convocado concentraciones ese fin de semana. Otras voces de Unidas Podemos insisten en que el texto debe de aprobarse tal y como está y advierten que, de presentar el PSOE alguna enmienda, pagarán las consecuencias: "Veremos cuando llegue la semana del Orgullo, si les dejan estar".