“Queremos saber si alguien ha pagado un puesto entregando estos datos”. El portavoz de Cs, Guillermo Díaz, denunció en una comparecencia pública en el Congreso “un hecho muy grave”, acusando al PP de haberse apropiado de los datos de los afiliados en Andalucía y apuntando de forma indirecta a un delito de vulneración de la protección de datos. Cs pondrá el asunto en manos de sus servicios jurídicos y no descarta tomar acciones legales, acudiendo a la Fiscalía.

La denuncia del diputado por Málaga se produjo en rueda de prensa el mismo día que el Consejo de Gobierno de Andalucía aprobó el nombramiento de la expresidenta del Parlamento, Marta Bosquet, como responsable del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria (Ifapa). Bosquet que ya se había dado de baja en Cs semanas atrás es una de las pocas que quedaba sin puesto en el organigrama de la Junta tras la debacle de su partido en las últimas autonómicos, cuando salieron del Parlamento y perdieron los 21 escaños. Desde entonces, el PP ha iniciado una estrategia de absorción de Cs en Andalucía evidente, sentando en altos cargos de su Gobierno de mayoría absoluta a todos los referentes que la anterior legislatura formaban parte del Ejecutivo de coalición que lideraban Juan Manuel Moreno y Juan Marín, como vicepresidente.

Marín, el penúltimo

Hace solo una semana el anuncio de nombramiento tenía precisamente a Marín como protagonista. Quien fue el líder del partido en Andalucía anunciaba que seguiría afiliado en Cs pero que pasaba a presidir el Consejo Económico y Social de Andalucía, un organismo que depende del Gobierno aunque está fuera de su organigrama. Uno de esos “chiringuitos”, recuerdan desde la oposición, que Cs denunciaba en su momento y que prometió eliminar si ejercía el poder. Era un caso más. El PP ha enterrado a Cs quedándose con todos sus altos cargos en el anterior Ejecutivo autonómico, desde los portavoces parlamentarios, en delegaciones de la Junta, a otros máximos responsables, incorporados en puestos de responsabilidad en el equipo del PP de Moreno.

Una estrategia amable de absorción que el mismo PP ha asegurado que extenderá en el ámbito nacional, abriendo las listas de las próximas municipales y autonómicas de mayo a quienes desde Cs quieran saltar a las filas populares y aporten un plus a sus candidaturas. Conocer el censo de afiliados es clave.

Hasta ahora el partido de Inés Arrimadas estaba molesto pero callaba su malestar frente al PP. Ya no. Pasa a la ofensiva con la denuncia de un hecho “muy grave”, advirtió Guillermo Díaz, ya que las bases de datos de los partidos no solo son sagradas y clave para la estrategia política sino también una información a custodiar con celo para no vulnerar la ley de protección de datos. El origen de la denuncia está en una información de Vozpopuli en la que una fuente del PP asume que ya tienen el listado de afiliados para avanzar en su absorción. El PP andaluz no ha respondido a preguntas de este periódico sobre si esa información era cierta.

El plan del PP es un secreto a voces, achicarle el espacio a Cs de tal manera que no puedan ni concurrir a las próximas elecciones de mayo y quedarse con todos sus votos. De hecho, Moreno ya lo consiguió en las últimas andaluzas del pasado junio, cuando el PP se tragó literalmente el voto de Cs casi al completo. Un trasvase que supuso la desaparición de la formación naranja del Parlamento andaluz que cimentó el salto del PP de los 26 a los 58 diputados. Una fórmula exitosa que, tal y como avanzó El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, el presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, asume como propia ante las próximas citas electorales. El artífice es el coordinador general del PP, Elías Bendodo, que fue el hombre fuerte de Moreno en Andalucía, en el Gobierno y en el partido y que siempre tuvo claro que para reflotar al PP hacía falta comerse a los liberales, sus competidores por el centro. Integrar ese voto, recuperar votantes de Vox y convencer a socialistas desencantados con el proyecto de Pedro Sánchez en el PSOE, hasta millón y medio de votantes, es la receta que maneja Génova, la misma que aupó al éxito a Moreno en Andalucía y con la que Feijóo quiere cimentar una sólida mayoría para alcanzar la Moncloa.

La acusación de Cs no tiene nombres y apellidos pero tampoco hace falta. Marín sigue afiliado en el partido pero en su propio entorno señalan que será “por poco tiempo” y que acabará en el PP. Cuando el portavoz en el Congreso se preguntó si alguien había usado esa base de datos de afiliados, que poquísima gente maneja en un partido, señalaba a su exdirigente en Andalucía.