La tarde del domingo pasado, superada la manifestación en favor de la sanidad pública, en el PSOE pasaron a otra cosa. La agenda de los ministros y del secretario general del PSOE en Madrid, Juan Lobato, se hicieron públicas a última hora de la tarde y él asistiría al desayuno informativo de una ministra, Reyes Maroto. Era evidente que no se trataba de una casualidad y que era la manera en la que la ministra de Industria, Comercio y Turismo comunicaría, por fin, su candidatura a las primarias para la alcaldía de Madrid. Solo un día antes, muchos cuadros socialistas no querían creer que ella era la persona elegida por Pedro Sánchez. Una semana después, a pesar del desconcierto y cierta decepción para algunos socialistas, principalmente en Madrid, la candidata del presidente del Gobierno ha logrado que nadie ose hacerle sombra y tiene el camino de las primarias internas despejado.

La portavoz actual en el Ayuntamiento de Madrid, Mar Espinar, tardó en disipar las dudas sobre su posible candidatura alternativa, pero finalmente, 48 horas después de aquel desayuno, confirmó que estaba "a disposición" de la aspirante a la alcaldía y que, por tanto, rehusaba entrar en una batalla con la dirección del partido o con compañeros que no entenderían su postura. Pero a pesar de ese silencio que hizo que los medios especularan con una posible alternativa, la decisión estaba ya tomada.

Fuentes cercanas a la portavoz confirman que fue la propia ministra Maroto quien llamó a Espinar la tarde del domingo para informarle de que le gustaría contar con su presencia en el acto del día siguiente donde anunciaría su candidatura a la alcaldía, consciente de que la portavoz deseaba haber sido la elegida por Ferraz, por el propio Sánchez o por sus compañeros en unas primarias. Hasta ese momento, no supo nada.

El encuentro, unas jornadas sobre turismo organizadas por Europa Press, contó con la presencia de hasta seis ministros, consejeros de gobiernos socialistas, dirigentes regionales, cuadros medios, diputados nacionales y regionales y ediles del Ayuntamiento de Madrid. Muchos de ellos aprovecharon para fotografiarse con la futura candidata y mostraron su apoyo en las redes sociales a la decisión tomada por Ferraz. El intento por escenificar un cierre de filas en torno a la elegida por parte de los asistentes fue evidente. Podría haber habido otra candidatura alternativa a las primarias, pero supondría enfrentarse a Ferraz y ningún otro militante tenía apoyo suficiente como para erigirse en sólido contrincante de la elegida por el dedo presidencial. Las dos que habían mostrado de alguna manera su interés, apuntan fuentes de la formación socialista, eran conscientes de que sus figuras "polarizan" dentro del grupo municipal.

La primera en percibirlo fue Enma López. "Era lo mejor que tenía el partido", se ha escuchado decir antes de que se conociera definitivamente el nombre de Maroto, pero ha sabido subirse con entusiasmo al carro de esa candidatura que va de la mano de Sánchez en lugar de buscar un espacio alternativo. Con toda seguridad, apuntan diferentes fuentes, irá en los primeros puestos de salida en la lista electoral que encabece la ministra. Espinar, una vez digerido el trago, hizo público que se ponía a disposición del partido para lo que necesitaran en el consistorio.

Perfil

A pesar de las dudas iniciales, el perfil de Maroto es fácil de presentar a los ciudadanos como alguien con experiencia en la gestión, que es lo que se necesita principalmente en un ayuntamiento, más en uno como el de Madrid que gestiona 5.700 millones de euros, la mitad de los 10.000 millones del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. El último CIS apunta que solo la mitad de los madrileños la conocen, el 49%, pero los expertos en opinión pública aseguran que tiene seis meses por delante para darse a conocer y que superará sin problemas ese porcentaje.

"El PSOE necesita movilizar en esta ocasión a los suyos, a los que en mayo de 2021 se quedaron en casa o a los que optaron por Más Madrid, pero sobre todo a los que no fueron a votar", explica José Pablo Ferrándiz , director de Opinión Pública y Estudios Políticos en Ipsos Spain. ¿Es más fácil conseguirlo con un ministro que puede ser identificado con el Gobierno de Pedro Sánchez? La izquierda tiene una oportunidad, apunta Ferrándiz, que recuerda que la suma de votos fue suficiente para que Manuela Carmena fuera alcaldesa después de muchos años de liderazgo conservador y que en 2019 las elecciones regionales las ganó Ángel Gabilondo pero no logró una mayoría parlamentaria porque Ciudadanos optó por apoyar a Isabel Díaz Ayuso.

Pero advierte de que en estos momentos el PSOE no parte como favorito y tiene a otro partido de izquierdas, Más Madrid, por delante como opción de los votantes progresistas. "Tiene que tener capacidad", señala, para detectar si tiene que sacrificar "el liderazgo y ser una fuerza subalterna" porque es evidente, con los datos de hoy en la mano, que es muy difícil que un partido consiga por sí mismo la mayoría suficiente. Para sumar con Más Madrid, o cualquier otra fuerza que consiga superar el porcentaje necesario, tiene que acudir con esa mentalidad a la campaña, periodo en el que las relaciones entre partidos "se suelen tensar".

Lo que es "evidente", apuntan dentro y fuera del partido, es que Sánchez y el PSOE "han apostado por la gestión" como arma de campaña y no tanto por el candidato y eso puede movilizar a los simpatizantes que se quedaron en casa en las últimas elecciones. Ferrándiz introduce otro factor en el análisis, y es que Maroto encaja bien en el ecosistema de candidatos de Madrid", es decir, que si bien su figura no parece que entusiasmara en sus filas antes de confirmarse el nombre, tampoco moverá al electorado de enfrente en contra ni dejará a nadie del sector progresista en casa y eso, haciendo memoria de lo sucedido en mayo de 2021 con Ayuso y Pablo Iglesias, aunque fueran unas elecciones autonómicas, puede ser determinante.