Pedro Sánchez había sido hasta ahora proclive a dar la razón a Irene Montero en las leyes que venían del Ministerio de Igualdad, aunque su contenido estuviera muy alejado de los postulados tradicionales del PSOE. El presidente dio el visto bueno a la aprobación por parte del Gobierno de la 'ley trans' y la del 'solo sí es sí', pese al malestar de su partido, que se extendió a varios ministros de cuota socialista. Pero esa actitud se ha terminado. Las normas de Igualdad han vuelto a colocar en el primer plano los choques dentro del Ejecutivo de coalición. 

A primera hora de la mañana de este lunes, Montero, de Unidas Podemos, dejó claro que las negociaciones sobre la 'ley trans' iban por muy mal camino. El PSOE acababa de comunicarle que no pensaba retirar su enmienda a este proyecto, que defiende exigir a los menores de entre 12 y 16 años un aval judicial para cambiar de sexo y nombre en el Registro Civil y el DNI, algo que la norma que salió de la Moncloa solo requería a los jóvenes de 12 a 14 años. Montero se mostró "muy preocupada" en una entrevista en TVE. "El PSOE no quiere un acuerdo", dijo, aireando las diferencias internas.

Los socialistas no piensan moverse. Fuentes del partido explicaron poco después que no tenían intención alguna de retirar la enmienda. También la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se expresó en estos términos al mediodía. "Hay que reforzar la seguridad jurídica de los menores. No se trata de posiciones inmovilistas, sino del interés general. Los jóvenes son un colectivo a proteger", explicó.

Fuentes de la dirección de Podemos aseguran que no contemplan la rebaja del texto que impulsó el propio Consejo de Ministros y no se atreven a aventurar el escenario que se dibujaría en el seno de la coalición si el PSOE acaba introduciendo esa enmienda apoyándose en los votos del PP, los únicos posibles para que prospere este cambio. No obstante, fuentes del grupo parlamentario socialista descartan que se vayan a sentar a negociar con los conservadores

Unidad ante los ataques

A estas discrepancias se suman las del anteproyecto de la ley contra la trata que aprobará este martes el Consejo de Ministros en primera lectura. El texto, emanado del Ministerio de Justicia dirigido por Pilar Llop y que no tiene en cuenta los trabajos previos realizados por Igualdad, resulta "insuficiente" para Unidas Podemos. Fuentes del departamento dirigido por Montero denuncian que "no responde a lo demandado por los organismos internacionales" y reclaman que las víctimas de trata en situación irregular puedan tener acceso a un permiso de residencia y laboral sin necesidad de colaboración policial o denuncia.

Ambos conflictos llegan en un momento muy sensible para el Gobierno. Las diferencias entre socialistas y morados sobre la 'ley trans' y la del 'solo sí es sí', que está provocando la rebaja de penas de agresores sexuales, habían copado las portadas en los últimos tiempos, pero todo eso quedó opacado la semana pasada, a raíz de los insultos machistas de Vox a Montero, que ejercieron de pegamento de la coalición, y sobre todo por la aprobación el pasado jueves de los Presupuestos del año que viene, los impuestos a las grandes fortunas, las compañías energéticas y la banca, así como la admisión a trámite de la reforma penal que deroga la sedición. 

Sánchez salió aquel día eufórico del Congreso. Todo volvía a encajar. El presidente, y en esto está de acuerdo con Unidas Podemos, quiere aprovechar este momento de sintonía con sus socios parlamentarios (las cuentas públicas salieron adelante con 187 votos a favor, 20 más que la investidura) para dar un acelerón a la tramitación legislativa de normas tan simbólicas como la de vivienda, la de protección animal, la 'trans' y la derogación de la 'ley mordaza'. La idea pasa por aprobarlas todas a lo largo de diciembre, para así poder centrarse durante el último tramo de la legislatura en las elecciones que vienen: autonómicas municipales en mayo y generales a finales de año. "Cuando las urnas se acercan, cuesta más llegar a acuerdos con otros partidos", explican en la dirección del PSOE.

Antiguas disputas

Pero no todo es tan sencillo. Las diferencias sobre la ‘ley trans’ son de gran calado, y ni socialistas ni morados dan muestras de estar dispuestos a cede. Los roces, además, no se quedan aquí. En las próximas semanas, ambas formaciones reabrirán otra pugna por la proposición de ley registrada por los socialistas para "prohibir el proxenetismo en todas sus formas". Los cambios en el Código Penal que quiere realizar el PSOE para acabar con la prostitución ya provocaron un duro enfrentamiento con sus socios morados, hasta el punto que se puso en riesgo la aprobación de la ley del 'solo sí es sí'. En el último momento, se decidió desvincular ambas cuestiones, pero ahora tendrán que hacer frente a ese debate.

El único lugar de consenso en el que los socios del Gobierno parecen encontrarse es la reforma de la ley del aborto que elimina obstáculos para la interrupción del embarazo. Socialistas y morados podrían terminar de cerrar este martes un texto con sus aliados parlamentarios para aprobarlo en el Congreso en las próximas semanas.