Fichajes en Génova

El PP se reúne en Navarra con Sayas y Adanero para cerrar ya su integración

Los populares priorizaron a los diputados díscolos en la negociación con Javier Esparza y la ruptura con UPN en diciembre dejaba solo esta salida | Este martes a las 11 de la mañana se producirá el encuentro final para cerrar los detalles

Sergio Sayas y Carlos García Adanero.

Sergio Sayas y Carlos García Adanero. / EFE

Paloma Esteban

El PP ultima la incorporación de los diputados navarros Sergio Sayas y Carlos García Adanero y este martes se celebrará una reunión clave en Navarra a tal efecto. Acudirán el presidente de los populares navarros, Javier García; y la secretaria general, Amela Salanueva, y los dos parlamentarios díscolos que se rebelaron en su día contra la dirección de Unión del Pueblo Navarro (UPN) para no apoyar la reforma laboral del Gobierno de Pedro Sánchez.

El objetivo, según fuentes del PP, es analizar formalmente su posible integración a la estructura del PP y decidir si saltan directamente a las filas o bien se integran a través de la plataforma que crearon como adelantó este diario. “El objetivo es aglutinar el voto del centro derecha, pero también lograr el de aquellas personas que no quieran para la comunidad foral un Gobierno de Sánchez con el apoyo de Arnaldo Otegi”, insisten en el PP navarro.

Justo cuando se cumple una semana de la incorporación de Borja Sémper (y un día antes la del exministro Íñigo de la Serna), el PP sigue adelante con su política de fichajes. Lo de los diputados navarros era un hecho desde hace tiempo. Pero la ruptura con UPN a mediados de diciembre lo aceleró. La imposibilidad de llegar a un acuerdo con el presidente del partido regional que es socio estable del PP, Javier Esparza, para concurrir a las próximas elecciones autonómicas de mayo desveló la prioridad que el PP daba a seguir contando con Sayas y Adanero.

De hecho, uno de los puntos más complicados en la negociación con UPN fue precisamente la insistencia de los populares de que no podía haber líneas rojas y que los diputados díscolos merecían volver a formar parte del proyecto. Esparza se negó en banda por razones obvias: los diputados se sublevaron contra sus directrices justo hace año, cuando en febrero se votó la reforma laboral en el Congreso y ellos se saltaron la disciplina de voto dando su no. UPN quería que votaran a favor. Y si no hubiera sido por el error del popular Alberto Casero, una de las normas más importantes de la legislatura habría sido tumbada.