Crisis en las derechas

El PP deja en manos de Vox romper el Gobierno de Castilla y León

"Si se quieren ir, que se vayan", señalan fuentes de la dirección del partido sobre el choque en la coalición por el aborto | Los populares rechazan el "cordón sanitario" a Abascal y piden al PSOE un compromiso para que gobierne la lista más votada

El Partido Popular aleja la posibilidad de un adelanto electoral en Castilla y León a cuenta del protocolo sobre el aborto

Vídeo: AGENCIA ATLAS Foto: PP

Pilar Santos

"Nosotros no vamos a implantar ningún protocolo [antiaborto]. Si se quieren ir del Gobierno de Castilla y León, que se vayan". Estas frases escuchadas este miércoles a un miembro del núcleo duro de Alberto Núñez Feijóo en la sede del PP muestran el malestar con Vox en esa comunidad autónoma. El partido de ultraderecha defiende la implantación de nuevas medidas para las mujeres que quieran abortar que incluirían la obligación de que escucharan el latido fetal, algo que el PP rechaza de manera rotunda.

Tras las elecciones de febrero del año pasado y al no alcanzar la mayoría absoluta, Alfonso Fernández Mañueco (PP) cedió a Vox una vicepresidencia (vacía de contenido) y tres consejerías (Industria y Empleo, Agricultura y Cultura). Entonces el PSOE, como insistió este miércoles también, le pidió que hiciera un "cordón sanitario a la ultraderecha", pero el PP lo rechazó y formó un Gobierno de coalición que, según fuentes de la dirección del PP, está funcionando "muy bien" salvo "por las salidas de tono" del vicepresidente, Juan García-Gallardo. Él fue el que anunció las "medidas provida" la semana pasada.

Estas fuentes insisten en que Mañueco no va a romper con Vox, aunque no saben si el partido de Santiago Abascal acabará saliendo por su propio pie del Ejecutivo. Tienen las puertas abiertas. Ante ese supuesto, en Génova no quieren aclarar si el PP intentaría gobernar en solitario y en minoría o iría a elecciones. "Eso es competencia del presidente de la comunidad", responden.

Barones consultados por este diario descartan, en todo caso, la opción de volver a las urnas. Castilla y León votó en febrero del año pasado, cuando Mañueco ya las adelantó respecto a lo que tocaba, y le salió mal. El dirigente autonómico, apoyado por el partido, encabezado entonces por Pablo Casado, pensaba que iba a sacar una mayoría amplia, igual que Isabel Díaz Ayuso el año anterior, y podría gobernar en solitario, pero no fue así. El resultado fue peor de lo esperado y, en cierta manera, ese fracaso electoral y de estrategia empezó a torcer las cosas a Casado, que cayó un mes y medio después.

"Opacar sus problemas"

"El presidente ha sido determinante. No va a haber ningún cambio en ningún protocolo de las mujeres embarazadas", subrayó Feijóo por la mañana en una visita a Cuenca (Castilla-La Mancha). El líder del PP volvió a acusar al Gobierno de "intentar opacar sus problemas con problemas que simplemente no existen" y en concreto citó la derogación de la sedición, la reforma de la malversación y los efectos no deseados de la ley del 'sí es sí'.

El dirigente conservador reclamó de nuevo al PSOE que se comprometa a que gobierne la lista más votada. La propuesta de Feijóo, que ha defendido desde hace años, afecta a ayuntamientos, comunidades y también el Gobierno central. Fuentes de la dirección consideran que, si los socialistas llegaran a ese acuerdo, no sería necesario hacer "cordón sanitario" a Vox ni a "independentistas o a Podemos".