Curso parlamentario

Sánchez adelanta una semana la vuelta del Senado para ensayar la táctica electoral contra Feijóo

El Senado retomará su actividad durante la semana del 6 de febrero, pero el presidente ha pedido a la Cámara una sesión extraordinaria a finales de enero con la finalidad de "confrontar" su gestión con el modelo de Alberto Núñez Feijóo y celebrar así el que será el sexto duelo parlamentario entre ambos desde que el líder del PP ocupó el escaño

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. / EFE

Ángel Alonso Giménez

Al menos el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, expresó con claridad por qué su jefe, Pedro Sánchez, quiere volver al Senado antes de que el Senado vuelva. “Nos gusta mucho debatir, sobre todo en el Senado, porque es una gran oportunidad para que los españoles puedan ver cuál es el proyecto de país que tiene el Gobierno y confrontar con lo que tenemos; a ver si hay alguna otra idea más allá de estar en contra de todo y de intentar derogar todos los avances”.

A Bolaños sólo le faltó pronunciar la palabra que explica esta repentina querencia de Pedro Sánchez por ir al Senado a explayarse en duelos de dos horas o más con el líder del PP. La palabra es “elecciones. Habrá autonómicas y municipales a finales de mayo. No hay tiempo que perder.

Antes de mayo de 2022, que es cuando Feijóo tomó posesión del escaño como senador por designación del Parlamento de Galicia (a decir verdad fue por designación de la mayoría absoluta del PP en el Parlamento de Galicia), Sánchez había ido a la Cámara de representación territorial para protagonizar unos más bien insulsos duelos con el portavoz allí de los populares, Javier Maroto; para liderar una Conferencia de Presidentes en diciembre de 2021; y para informar, en septiembre de 2020, sobre las medidas anticovid.

Fue una época complicada en lo social debido a la pandemia, y peligrosa en lo económico, pero calmada en lo político porque el PP de Pablo Casado no encabezaba las encuestas sobre intención de voto, y por tanto, no se vislumbraba alternativa a Sánchez.

Pero llegó Feijóo al liderazgo del PP en marzo de 2022, poco después del estallido de la guerra de Ucrania, y el contexto social-económico se enrareció más. Los sondeos electorales empezaron a dar la victoria al dirigente gallego, incluido un barómetro del CIS. Por si fuera poco, los comicios andaluces de junio aplastaron al PSOE y auparon a Juanma Moreno a barón de barones (nunca antes un dirigente del Partido Popular alcanzó la mayoría absoluta en Andalucía). La demoscopia y las urnas infligieron a Sánchez un tortazo de realidad importante.

Como el mandatario socialista concibe a veces la escena política como un combate de boxeo (el documental ‘Cuando éramos reyes’, sobre el combate de Muhamad Ali y George Foreman en Kinshasa, en 1974, le gusta bastante, lo que en alguna ocasión ha trascendido), no se amilanó ni adoptó una táctica conservadora. Al contrario: pasó al ataque. El escenario de la ofensiva estaba clarísimo.  

Desde septiembre de 2022, Sánchez ha tenido cuatro duelos con Feijóo en el Senado, dos por comparecencias solicitadas por el Gobierno (6 de septiembre y 18 de octubre) y otros dos por las preceptivas sesiones de control (22 de noviembre y 21 de diciembre). En la prehistoria queda aquel cara a cara inicial de junio.  

Según ha avanzado el diario El País, el sexto duelo se producirá el 31 de enero. ¿Por qué un pleno extraordinario para ello duelo si la rutina regresará a la Cámara Alta el 7 de febrero, tan solo una semana después? Una fuente parlamentaria ni siquiera titubea: “Se enmarca en el periodo electoral en el que parece que ya estamos”, asegura. Pese a todo, reconoce su sorpresa por la maniobra.

También en el Congreso

En el escrito enviado al Senado este martes, el Gobierno indica que la motivación de la petición de la sesión extraordinaria, ya que enero es periodo extraordinario, es informar sobre “las medidas adoptadas para hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la guerra de Ucrania y el papel de las administraciones”. 

Recordar, llegados a este punto, que el Consejo de Ministros aprobó a finales de año un decreto ley que baja el IVA de productos de primera necesidad y confiere un cheque de 200 euros a familias con muy bajos ingresos anuales.

Sánchez no sólo sacará sus banderas sociales y económicas en el Senado. Las ondeará también en el Congreso porque el Gobierno ha pedido una comparecencia del presidente en sesión extraordinaria. Será previsiblemente la semana anterior al cara a cara con Feijóo. 

En el escrito, el Gobierno detalla las razones de la solicitud: explicar las conclusiones de los consejos europeos del 20-21 de octubre y del 15 de diciembre e informar sobre las medidas contra los efectos de la guerra de Ucrania. De paso, pide a la Presidencia del Congreso que en el orden del día adjunte la convalidación o derogación de los últimos decretos aprobados por el Consejo de Ministros: el de la reducción del IVA, el de los incentivos a la contratación laboral y mejora de la protección social de las personas artistas. 

Llama la atención, como en el Senado, que el presidente no espere a febrero para incluir en la agenda de un pleno la información sobre los consejos europeos de octubre y diciembre del año pasado. Este tipo de comparecencias son obligatorias por ley, aunque no están tasadas temporalmente. El presidente acudió al Congreso en octubre apenas cinco días después de una reunión informal de primeros ministros y jefes de Estado en Praga, pero va a tardar tres meses, en un caso, y un mes, en otro, en contar lo hablado en los consejos formales que sucedieron después.

A la oposición, tanto de izquierdas como de derechas, ha sorprendido el movimiento, aunque mentiras en un espectro se muestran críticos, en el otro no tanto. Fuentes de ERC restan importancia a la posible motivación electoral de la comparecencia. “No hay periodos inhábiles en el Parlamento, al menos para nosotros”, sostienen. Más País pone el acento en los contenidos de las políticas sociales del Ejecutivo, que le resultan cruciales y perentorios. “Hay que apretar el acelerador”, indican en la formación, y por ello, ven bien que la comparecencia sea más pronto que tarde.

EH Bildu encuadra en la normalidad la petición del Gobierno y el anticipo de la reanudación del curso. El PNV opina parecido, si bien recalca que la información sobre los consejos europeos “tendría que haberse sustanciado ya”. Y efectivamente, apostillan fuentes nacionalistas, para las fechas en las que estamos, Sánchez podría haber esperado a febrero.

Los populares puntualizan que esa comparecencia por el Consejo Europeo la formalizaron en octubre, de ahí que afirmen: “Tendría que haber venido antes”. Añaden que sobre el secretario general del PSOE han registrado otra más delicada. Quieren que explique las reformas de los delitos de sedición y malversación.

Y Cs, señala una fuente de su grupo parlamentario, no oculta sus reservas. Pide al presidente que no use el hemiciclo como “un plató de televisión o un decorado institucional para soltar su propaganda” porque, según sus palabras, cree que Sánchez quiere ir “para llenar horas de televisión e intentar iniciar la campaña electoral”.

Recuerden: habrá elecciones en mayo, y luego generales, a final de año. Para líderes como Sánchez, no hay tiempo que perder.