El sábado en Madrid

El PP apuesta por un perfil bajo en la manifestación contra Sánchez y cede el espacio a Vox

Ni primeros espadas de Génova ni caras conocidas de territorios como la de Ayuso y Almeida | El PP cree que "toca ceder el protagonismo a la sociedad civil" y apoya la asistencia de sus cargos de segunda fila

Feijóo y Abascal en el desfile del 12 de octubre.

Feijóo y Abascal en el desfile del 12 de octubre. / EP

Paloma Esteban

La manifestación convocada contra las políticas del Gobierno este sábado en Madrid no contará con primeros espadas del PP entre sus asistentes. Génova comunicó a todas las direcciones autonómicas que el partido comparte las reivindicaciones del manifiesto y que da libertad total e incluso anima a distintos cargos a participar. Pero la dirección nacional es partidaria de que los principales dirigentes no colonicen el protagonismo del movimiento. En realidad, Alberto Núñez Feijóo no está de acuerdo con mezclar la actividad de oposición en las instituciones y las protestas en la calle. Su postura choca frontalmente con la de Vox, cuya cúpula, empezando por Santiago Abascal, estarán de principio a fin, copando el principal protagonismo político.

Los populares han tenido una vez más una posición de cierta tibieza hasta confirmar quién acudiría a la convocatoria. Las idas y venidas de la primera foto de Colón, en 2019, sigue persiguiendo a los populares a pesar de haber cambiado de dirección. La realidad es que los conservadores son conscientes de que la calle no es su marco, sino el de Vox. Y entienden que aun compartiendo los mensajes que enviarán las asociaciones convocantes contra la reforma del Código Penal o los pactos de Pedro Sánchez contra los independentistas, su estrategia no es la de seguir agitando a la calle.

En Génova consideran que es momento de que la sociedad civil muestre su descontento contra el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos, también por leyes tan polémicas como la del sólo sí es sí. Consideran que es importante un seguimiento masivo porque pondrá de manifiesto el enfado del conjunto de la sociedad por las políticas recientes de Sánchez pero, al mismo tiempo, se descuelgan de ser los dirigentes más conocidos los que abanderen la causa.

El coordinador general, Elías Bendodo, fue el último en pronunciarse al respecto este jueves. Y no quiso confirmar la representación concreta que tendría la dirección aunque ya es sabido que de la cúpula acudirá el vicesecretario de coordinación autonómica y local, Pedro Rollán. Está por ver si hay algún otro dirigente. Pero eso permite que otros rostros más conocidos como la secretaria general, Cuca Gamarra, no asista. La presencia de Feijóo nunca estuvo encima de la mesa, aunque se han producido contactos directos con los organizadores, entre los que está la diputada del PP, Cayetana Álvarez de Toledo.

Perfil bajo, en todo caso, que se extenderá a los territorios. Las ausencias de Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida también son relevantes. La presidenta de la Comunidad ha demostrado en muchas ocasiones no sentir las dudas que sí tenían sus jefes de filas a la hora de acudir a las protestas públicas contra el Gobierno. La última más relevante que estuvo encima de la mesa fue la de junio de 2021, cuando se convocó en contra de los indultos a los condenados del procés y la presidenta madrileña llegó a reprochar a Sánchez “hacer cómplice al Rey” por la firma del jefe del Estado junto al perdón de los secesionistas. 

En todo caso, tanto Ayuso como otros dirigentes territoriales insisten en el argumentario actual de Génova: participarán en las concentraciones que impulse el propio partido y dejarán el foco a la sociedad civil en esta ocasión, por mucho que Vox “intente patrimonializar las movilizaciones”, lamentan, como otras veces. 

Quienes ya han confirmado su asistencia a la manifestación son Inés Arrimadas y Begoña Villacís, a diferencia de los nuevos líderes del partido, la balear Patricia Guasp y el eurodiputado Adrián Vázquez, que no estarán en Cibeles. La presencia de las dos caras más conocidas del partido naranja, a pesar de que desde el pasado fin de semana dejaron de participar en la cúpula, pone de manifiesto las diferencias que siguen teniendo dos almas dentro de un partido que está en su último intento de supervivencia. Edmundo Bal, por ejemplo, dejó muy claro que no asistirá en ningún caso por entender que la convocatoria responde a un postulado más cercano a los ultras.

Los promotores de la manifestación —Foro España Cívica y Fundación Foro Libertad y Alternativa— piden defender la Constitución, la democracia y las instituciones ante la “grave situación” de “crisis global” en lo político, económico y social que, a su juicio, atraviesa el país. Además, detrás de esta convocatoria están plataformas como Unión 78, Libres e Iguales, Neos, Convivencia Cívica Catalana, S'ha Acabat, Dignidad y Justicia, Diálogos en Libertad o la Asociación por la Tolerancia. La protesta transcurrirá bajo el lema 'Por España, la democracia y la Constitución’. Sobre esta concentración se pronunció también Pedro Sánchez ayer mismo, durante su rueda de prensa con Emmanuel Macron en Barcelona, situándola fuera de los valores constitucionales y comparándola con la protesta independentista.

En realidad, casi todo el manifiesto coincide con la última campaña emprendida por el PP, hace unos meses, con actos por toda España denunciando la reforma del Código Penal que modificó la sedición y la malversación. A diferencia de otras manifestaciones, los populares reconocen que los motivos de ésta protesta “encajan perfectamente” con sus valores. Sin embargo, desde que en diciembre se anunciara la convocatoria con más de un mes de antelación, el PP ya mostró una cierta incomodidad. 

Hay dirigentes que entienden que no se puede dar la espalda a reivindicaciones de este tipo. Pero que tampoco, dicen, se puede perder el equilibrio de la gran bolsa de votantes centristas, que huyen de los enfrentamientos y la polarización que echa más leña al fuego. Es el eterno debate dentro del PP. La posición mayoritaria de la nueva dirección de Feijóo mira más a mantener una cierta distancia con las posiciones maximalistas que, por ejemplo, defiende Vox, para en ningún caso renunciar a los electores del PSOE descontentos con Sánchez. “Apoyamos la manifestación y nos parece bueno que vaya muchísima gente. Pero no es nuestro papel estar ahí copando la atención”, zanjan en Génova.