PROTESTAS SANITARIAS

Moreno salva la huelga en Andalucía mientras Ayuso sigue sin sentarse con los médicos

El presidente andaluz se alertó por el 'efecto contagio' de las protestas en Madrid y ordenó a Salud negociar hasta llegar a un acuerdo que refuerza la equiparación salarial y la estabilización de la plantilla y limita a 35 pacientes por día las agendas en la atención primaria

Médicos y pediatras de Atención Primaria se manifiestan entre la Consejería y la sede de la Comunidad.

Médicos y pediatras de Atención Primaria se manifiestan entre la Consejería y la sede de la Comunidad. / EP

Isabel Morillo / Elena Marín

El Gobierno andaluz ha sellado un acuerdo con el Sindicato Médico de Andalucía, que ha desconvocado la huelga en la atención primaria convocada para este viernes. La desconvocatoria llega después de que Salud se haya comprometido a limitar las agendas de los facultativos a 35 pacientes como máximo al día, 25 en el caso de los pediatras, como colofón a distintas medidas atendidas para las mejoras salariales y de estabilidad laboral de la plantilla. La situación en Andalucía contrasta con la de Madrid, donde llevan dos meses sin ser capaces de alcanzar un acuerdo.

El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, no ocultó su preocupación cuando las protestas en Madrid alcanzaron eco nacional con una gran manifestación el pasado noviembre. Ya desde entonces alertó del ‘efecto contagio’ y de que ese malestar se extendiera entre las ‘carbonizadas’ plantillas médicas, que comparten problemas y sobrecarga similares en todo el país. Moreno dio orden a la consejería de Salud de cerrar un acuerdo y ha intervenido de forma directa cada vez que la negociación ha encallado con problemas con Hacienda, por el sobrecoste de cualquier paso en los salarios de la enorme plantilla del Servicio Andaluz de Salud.

El Sindicato Médico de Andalucía, que representa al 95% de facultativos, reconoce en privado la voluntad de negociación del Gobierno, admite que ha apretado mucho y ha encontrado respuesta. Fue la orden de Moreno, que pidió a la consejera de Salud, Catalina García, un acuerdo como fuera. Contrasta con la actitud del Gobierno de Madrid, donde Isabel Díaz Ayuso y su consejero, Enrique Ruiz Escudero, se ha negado a sentarse con los sindicatos y han delegado en otros altos cargos. La huelga se ha ido enquistando hasta el punto de que la presidenta Ayuso directamente ha asegurado que el promotor es “un sindicato político”, dejando claro que la vía elegida ya no es la negociación, sino vencer a las movilizaciones por agotamiento.

El acuerdo andaluz

En Andalucía, Salud se compromete “a tomar las medidas adecuadas” para garantizar ese ratio de 35 pacientes por médico. El acuerdo debe ahora descender al detalle en varias mesas técnicas en un plazo no superior a un mes. Ese compromiso se suma a otros adquiridos previamente como ampliar la llamada continuidad asistencial, que se cobrará casi como una guardia y permitirá a los médicos que quieran voluntariamente prorrogar su jornada alguna tarde.

En esa jornada extra el tope de pacientes será de 25. Habrá además facultativos designados en cada centro de salud para atender las urgencias, sin que tengan que sumarse en las agendas ordinarias. La Junta de Andalucía alcanzó previamente otro gran acuerdo para la equiparación salarial de los médicos con otras comunidades, ya que son los que cobran salarios más bajos del país, y eliminó el complemento de exclusividad que penalizaba a los que no trabajaban en la privada. La Junta de Andalucía juega con la baza de que desde 2018 ha ido haciendo mejoras en las condiciones laborales y retributivas, tras años de muchos recortes y profundo malestar.

Cifra en 155 millones más el aumento en nóminas cada año. Defiende además que han hecho un esfuerzo en la estabilización del empleo, con cerca de 30.000 profesionales más desde la llegada al gobierno de Moreno y un proceso abierto para estabilizar a más de 67.000.

El Sindicato Médico de Andalucía celebró que se hayan “considerado sus reivindicaciones” y un “avance significativo” en la atención a los pacientes. Otra protesta convocada la semana pasada por un sindicato minoritario se saldó con un seguimiento del 2%. La plantilla sanitaria en el Servicio Andaluz de Salud es de 127.160 personas, 28.974 médicos, 39.127 enfermeros y 27.527 auxiliares y técnicos.

En Madrid toda la negociación saltó por los aires el pasado mes de diciembre, cuando se filtró el audio de un miembro del comité de huelga que apuntaba que habría que mantener la huelga hasta la fecha de las elecciones, aunque fuera haciendo paros intermitentes. Desde entonces, la propia Ayuso, el consejero de Sanidad y los miembros del PP aluden a ese audio para insistir en que hay una intencionalidad política en la huelga médica e insisten en que se les ha dado todo lo que pedían pero que cada vez que les conceden algo el sindicato sale con una nueva reivindicación.

Los 4.240 médicos de Familia y 720 pediatras de los 430 centros de salud de la Comunidad llevan siete semanas de huelga (desde el 21 de noviembre) y reivindican principalmente una reducción del número de pacientes, más tiempo para cada uno de ellos, una solución a la falta de médicos y mejores condiciones laborales.

El Gobierno madrileño cree haber copado las peticiones iniciales del sindicato médico Amyts, al que Ayuso ha llamado este miércoles por primavera vez “sindicato político” restando credibilidad a su interlocución, e insiste que ha cumplido con todas las peticiones iniciales pero que cada vez que les han puesto una solución sobre la mesa lo único que ha hecho el sindicato es agregar una nueva, entre ellas, una subida lineal de 479 para todos los profesionales de atención primaria. Esta petición está totalmente descartada por parte del Gobierno de Ayuso, que se agarra a esta reivindicación del sindicato para no poner nuevas propuestas de mejora sobre la mesa.

Sanidad argumenta que ha reducido el tiempo de atención por paciente a 10 minutos para los médicos de familia y 15 para los pediatras. El número de pacientes por médico también se ha limita a 34 en el primer caso y 25 en el segundo, y se ha establecido un complemento retributivo para los pacientes extra que tengan que atender. Sin embargo, los médicos se quejan de que esta no puede ser la única solución y que es necesario fidelizar a los médicos residentes con el fin de la temporalidad y una nueva oferta de empleo público para cubrir vacantes y crear nuevas plazas. Respecto a esto último, la propia Ayuso anunció en noviembre que en dos años, para finales de 2024, habrá 30.000 plazas nuevas en la sanidad pública madrileña, de forma que el 86% del personal pasará a ser fijo, una medida que viene precedida por una directiva europea.

El comité de huelga también ha pedido un cambio de interlocutores y ha solicitado que se sienten a hablar con ellos el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, que está aún virgen en esta negociación porque no ha asistido a ninguna de las reuniones con el sindicato para esta cuestión; el consejero de Hacienda y exconsejero de Sanidad, porque entienden que es quien tiene capacidad para poner más dinero sobre la mesa; o la propia Ayuso. Ninguno de ellos lo ha hecho y la presidenta ha negado de momento que sea necesario hacerlo. Un modelo apuesto al de Andalucía.