Ayuso se resguarda en sus viajes internacionales en el aniversario del derribo de Casado

El aniversario de la peor crisis de liderazgo del PP ha cogido a una de las dos protagonistas principales de aquella historia, Isabel Díaz Ayuso, fuera del país. No fuera del foco, porque la comunicación de su agenda internacional es algo que se cuida especialmente desde su gabinete, pero sí a miles de kilómetros y con tierra de por medio. Mientras Pablo Casado ha vuelto a las crónicas de estos días como el hombre al que destituyeron los suyos, Ayuso se ha marchado lejos. La presidenta regional, que no se caracteriza por rehuir a las cámaras, esta vez ha preferido evitar otra vez el protagonismo de un obra de la que fue actriz principal. Los días previos los ha pasado en Israel, los días que coinciden con la caída en desgracia ya definitiva de Pablo Casado, en Londres.

La presidenta del Gobierno de la Comunidad viajó a Israel la semana pasada y desde este lunes y hasta el miércoles está en Londres. En ambos casos, según la versión oficial, para "impulsar la región como centro de inversiones y potenciar las relaciones institucionales" con ambos países. Es "pura casualidad", explican en su equipo. Pero las casualidades hacen que mientras ella ha estado, debido a esta agenda internacional, menos accesible a las cámaras y medios que habitualmente siguen su actividad, en la sede de Génova las preguntas sobre el aniversario de la caída de Pablo Casado se han amontonado este mismo lunes, y en el PP de Madrid se han repetido frases prácticamente idénticas para evitar entrar siquiera en el recuerdo de aquellos días negros de febrero para el PP.

Díaz Ayuso sobre la crisis de hace un año que derribó a Casado: "Agua pasada no mueve molino"

El PP de Madrid ha procurado, en definitiva, salirse del mapa de los recuerdos. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, esquivaba así este lunes en una entrevista a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, aquellas semanas de vértigo: "Lo que pasó, pasó". El mismo día, en el periódico ABC, Alfonso Serrano, el director de campaña de Ayuso y fiel escudero de la presidenta en aquella crisis, repetía prácticamente las mismas palabras para evitar más preguntas sobre el tema: "Lo que ocurrió, ocurrió". Y hasta aquí las referencias del PP de Madrid, fundamental en la caída de Casado, para la remembranza de los días pasados.

Sin interés por el recuerdo

Desde los alrededores del muro de las lamentaciones de Tierra Santa Díaz Ayuso proclamaba al pueblo judío que Madrid es un lugar abierto donde cabe todo el mundo, pero hacía ya un año que en ese Madrid uno de sus ya excompañeros de partido no tenía sitio. Parte de la semana pasada, coincidiendo en fechas prácticamente con el aniversario de las fatídicas noticias sobre el espionaje a Ayuso desde el Ayuntamiento de Madrid, la presidenta regional los pasó en Israel lejos del recuerdo de Casado, reuniéndose con políticos del país, esgrimiendo las diferencias políticas entre Madrid y Barcelona tras la ruptura de las relaciones de Ada Colau con el país semita y acompañada de su consejero de Economía y Hacienda, Javier Fernández Lasquetty, dedicado a la parte más empresarial de aquel viaje.

Este lunes, desde Londres, tras un fin de semana de relatos sobre lo sucedido en febrero de 2022 o la vida actual de Pablo Casado, la presidenta sí ha tenido que responder a preguntas concretas sobre aquella crisis, pero el argumento era prácticamente el mismo que han seguido sus dos compañeros de filas en el PP de Madrid, con otras palabras: "Agua pasada no mueve molino".

Aun en la distancia, la dirigente regional ha reconocido "el morbillo a estar dándole vueltas a algo que fue muy mediático en su momento", pero ha insistido en la misma línea argumental: "Estoy aquí para hablar del futuro y cada día me levanto pensando en el futuro. Para mí la vida empieza cada día pero mucho más si tengo por delante tanta responsabilidad". Si Pablo Casado ha desaparecido de la agenda popular nacional pero en Génova se afanan en decir que su rehabilitación en el partido llegará en algún momento, en la del PP de Madrid, que le vio nacer como político a las faldas de Esperanza Aguirre, de momento, la pregunta está incluso fuera de lugar.