PERSONAL EN EL EXTERIOR

Un requisito inédito de Hacienda frena los aumentos de los trabajadores de las embajadas

Los empleados de embajadas elevan el tono de nuevo tras meses sin cumplirse el acuerdo de subida de sueldo y negociación colectiva

Personal Laboral en el Extranjero (PLEX) manifestándose frente al consulado español en México este verano.

Personal Laboral en el Extranjero (PLEX) manifestándose frente al consulado español en México este verano.

Mario Saavedra

El personal laboral de España en el exterior -unos 5.500 trabajadores- no ha recibido el aumento acordado entre Gobierno y sindicatos el pasado mes de diciembre tras meses de protestas. Tampoco han sido convocados por el Gobierno para la negociación colectiva de sus condiciones laborales, como acordó la Administración del Estado y pedía una sentencia judicial. Desde Reino Unido, Alemania o Australia se quejan de que la situación, por la rampante inflación, es insostenible. Algunos apuntan a que los ánimos están tan caldeados que podría repetirse la huelga que llevaron a cabo hace un año, pero esta vez en año electoral. Los sindicatos llaman a la prudencia y esperan que el Ejecutivo cumpla lo acordado.

Gobierno y sindicatos alcanzaron el pasado mes de diciembre un acuerdo de aumento salarial del 3,5% para todo el personal laboral en el exterior, con efectos retroactivos a 1 de enero de 2022. Sin embargo, el Ministerio de Hacienda, último responsable de la subida, incluyó un requisito inédito hasta la fecha en esas resoluciones. En el último punto de la resolución pedían que cada uno de los ministerios que emplean personal laboral (una docena, pero sobre todo Exteriores para embajadas y consulados, Comercio en las consejerías comerciales y los Institutos Cervantes) justificase caso por caso la subida, siempre que con el aumento se sobrepasara el tope asignado a la plaza cuando esta fue convocada.

La carga de trabajo que esto supone para los Ministerios implicados, infradotados, ha provocado un embudo, asegura una fuente sindical involucrada en el acuerdo. Ni siquiera ha llegado el aumento a aquellos que no se pasan del máximo autorizado, alega otra fuente sindical. Todos los aumentos están retenidos hasta que el organismo de responsable dentro de Hacienda de autorizar los pagos, la Comisión Ejecutiva de la Comisión Interministerial de Retribuciones (CECIR), reciba información de cada uno de ellos. 

El Ministerio de Exteriores confirma a este diario que ya ha enviado la información. Desde Hacienda, aseguran que "la revisión se está haciendo desde el mes de marzo, en que se están recibiendo las peticiones de autorización de los Departamentos Ministeriales, a fin de que los trabajadores del PLEX afectados puedan recibir las respectivas actualizaciones cuanto antes". Y explican que "mientras no superen esa determinación máxima autorizada, no hay problema en aplicar la actualización del incremento del 3,5% acordado. Ahora bien, si con la adición del incremento se supera ese máximo autorizado, el Ministerio tiene que volver a solicitar dicha autorización para la determinación de la nueva retribución que corresponda".

Un añadido a la resolución

“En el supuesto de que la aplicación del incremento del 3,5 por ciento supere las retribuciones máximas que figuran en la RPT para cada puesto de trabajo, se deberá presentar por los departamentos ministeriales la correspondiente propuesta de modificación de la RPT [Relación de Puestos de Trabajo]”, se lee en la resolución del Ministerio tras el acuerdo para el aumento. Este punto ha sido añadido a un modelo de resolución que no ha cambiado durante años, alegan las mismas fuentes, y supone un obstáculo para su ejecución.

Sin negociaciones del convenio

Tampoco se ha convocado por el momento la mesa de negociación a la que se comprometió el Ejecutivo, después de que una sentencia judicial (adelantada por este diario) confirmara que el personal laboral tiene derecho a la negociación colectiva. Los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, firmaron en octubre un Acuerdo-Marco en el que la Administración se comprometía a iniciar las conversaciones en materias como la revisión salarial anual del PLEX para 2023, el teletrabajo o la jornada de 35 horas. En principio, debían convocarse en el primer cuatrimestre de este año, pero todavía no se han producido. 

La fuerza laboral de España en el extranjero está formada por tres grupos principales. El primero es el de los diplomáticos de carrera, cuyo sueldo se calcula en base a una fórmula que incluye el ajuste a los precios locales. El segundo son los funcionarios públicos, que utilizan una fórmula similar. El tercero es el del personal laboral exterior (PLEX), que ocupa plazas convocadas por concurso público. Estos están sujetos a las condiciones laborales locales en relación al salario mínimo o el convenio aplicable. 

En 2009, en plena crisis económica, el Gobierno de Mariano Rajoy decidió dejar de revisar el salario del personal en el exterior anualmente, como se venía haciendo desde 1990. Entonces el problema estaba contenido porque la inflación era baja. Pero el drástico aumento de los precios en todo el mundo ha hecho que, según denuncian los afectados, la situación se haya convertido en insostenible, especialmente en los países más ricos como Finlandia, Reino Unido, Australia, Estados Unidos, Alemania o Canadá. Los PLEX quedaron fuera de los acuerdos de subida que negoció el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos con los funcionarios.

Muchos tenemos dos empleos; yo, por ejemplo, trabajo como guía turístico”, dice un administrativo de un consulado extranjero que prefiere no revelar su nombre. "En sitios como Australia, los sueldos son tan bajos que los hijos ganan más en puestos locales que los padres en las embajadas".

Intentos de Exteriores

Las protestas estos meses de los PLEX (Personal Laboral en el Exterior) han sido sostenidas. Lanzaron los llamados “lunes negros”, movilizaciones coordinadas por todo el mundo.

Las más duras fueron en Reino Unido, donde se convocaron paros y huelgas. En un primer momento, el Ministerio de Exteriores trató de apagar las protestas con “hasta un millón” de euros para subidas de sueldo en “ocho países” anglosajones y nórdicos. 

En verano, en un movimiento inédito, los diplomáticos españoles se sumaron a las quejas y dieron la voz de alarma: la situación del personal de las embajadas y consulados (administrativos, analistas de mercado, cocineros, chóferes, etc.) era “grave”, dijo la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) en un comunicado. 

Los sindicatos reconocen que los ánimos entre los trabajadores están muy caldeados, pero consideran que es demasiado pronto para hablar de la convocatoria de una nueva huelga. Sí apuntan a que la decisión del CECIR de incluir esa cláusula en la resolución que daba la orden de subida ha supuesto un auténtico escollo para el pago. El resultado es que un acuerdo de rango máximo (acordado por Gobierno y sindicatos) está frenado en su ejecución por una norma de un organismo menor, apuntan fuentes sindicales.

Transparencia condena a Exteriores

El Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG) ha condenado al Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación a que facilite la relación de puestos de trabajo del personal laboral en el exterior que no está sujeto a convenio así como la retribución máxima anual que se percibe en cada puesto, informa Europa Press.

Ha dado la razón a la reclamante, refutando los argumentos que se habían brindado desde el departamento que dirige José Manuel Albares para no ofrecerle toda la información que esta había solicitado en relación con el personal laboral exterior.

En concreto, conforme a la Ley de Transparencia, había reclamado "la relación de puestos de trabajo (RPT) del personal laboral en el exterior, sin convenio colectivo de trabajo" del Ministerio de Exteriores, así como los que estuvieran en esta misma circunstancia en el caso del Instituto Cervantes, que depende de este mismo departamento. Además, había incidido se debía incluir "la retribución máxima anual de cada plaza".

El 30 de mayo, Exteriores respondió a la solicitud, remitiendo un "listado de puestos con indicación del código, categoría laboral y unidad orgánica de adscripción", según explica el CTBC, mientras que el Instituto Cervantes hizo lo propio el 14 de junio.

Tras considerar que se le había remitido una "información parcial", al no incluir la retribución anual, la solicitante presentó una reclamación ante el Consejo de Transparencia, que a su vez se la trasladó a Exteriores.