José Luis Martínez Almeida ha renovado hoy sus votos con la ciudad de Madrid. Con las 29 papeletas de su partido que superan la mayoría absoluta necesaria, el dirigente popular ha vuelto a ser investido alcalde de la capital a media mañana de este sábado. Almeida inicia así una legislatura en la que quedan atrás las complicadas negociaciones a tres bandas entre su hasta ahora socio en el gobierno, Ciudadanos, y Vox, que no ha votado a favor del PP. Sin amarres ni obstáculos, el alcalde tiene cuatro años por delante en los que podrá actuar con libertad y sin pedir apoyo a nadie.
Durante el acto, un sonriente Almeida ha estado arropado por sus predecesores del Partido Popular, José María Álvarez del Manzano, Juan Barranco y Alberto Ruiz Gallardón. Todos ellos han seguido el acto de constitución del pleno desde la tribuna de invitados, donde también han estado la presidenta Isabel Díaz Ayuso y los expresidentes Pedro Rollán y Esperanza Aguirre, mentora política de Almeida desde que lo acogió director general de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid en 2007.
Sin sorpresas
A diferencia de lo que ha ocurrido en otras capitales de provincia, Almeida se sabe alcalde de nuevo desde la noche del 28 de mayo. Los resultados fueron rotundos, una mayoría absoluta en un pleno en el que Ciudadanos ya no tendrá presencia, aunque Begoña Villacís ha estado presente este sábado, en el que Vox no podrá condicionar ninguna de las políticas municipales como pretendía su portavoz Javier Ortega Smith, y donde Podemos no ha logrado superar el umbral para tener representación. También desaparecen del mapa municipal los ediles que se escindieron de Más Madrid, los llamados carmenistas.
Villacís, vestida con un notorio traje naranja, ha querido estar en la que hasta ahora ha sido su casa. "Hay que saber ganar", ha explicado a los medios, recordando sus éxitos pasados, pero también marcharse de forma elegante, según ha recalcado sin dar más explicaciones de si su futuro sigue en la política.
Quien sí estaba hoy en el pleno, pero no se sabe por cuánto tiempo es Marta Rivera de la Cruz, la persona llamada a ocupar el área de Cultura del nuevo gobierno municipal hasta que Alberto Núñez Feijóo la llamó para que se incorporase como su número dos en el Congreso. El acta de concejal es compatible con el de diputada nacional, pero difícilmente con una responsabilidad de gobierno en la capital y, en función de lo que ocurra el 23 de julio en las generales, se presupone que alguien que va como dos del candidato a presidente tendrá un destino nacional. Junto a ella se han sentado el resto de los 29 concejales del PP, que asumirán en breve sus responsabilidades en las distintas áreas de gobierno o como presidentes de distrito.
Inma Sanz, vicealcaldesa
Antes de comenzar el pleno, la que será la próxima vicealcaldesa, Inmaculada Sanz, pasaba revista de los escaños, sola en mitad del hemiciclo mientras los demás departían fuera y esperaban a la breve reunión de grupo, una muestra de cómo la número dos de Almeida comienza a ejercer sus labores de supervisión. Los que ocuparán las delegaciones de área bromeaban sobre su futuro, sin desvelar dónde aterrizarán e incluso asegurando que no habían recibido aún ninguna llamada del flamante primer edil, a dos horas de la publicación del decreto de composición del próximo gobierno.
Junto a las caras de satisfacción de los populares, que mostraban orgullosos cómo en esta legislatura van a ocupar la mitad del hemiciclo dejando a toda la oposición prácticamente en el bloque de escaños de enfrente. Solo tres partidos más (Más Madrid, PSOE y Vox) componen el pleno de esta nueva legislatura. Y en todos ellos hay ediles pendientes de los resultados de las elecciones generales y de cómo eso puede reconfigurar su composición actual.