EL PRESIDENTE VALORA SU RENUNCIA

El Gobierno tapona el debate de la sucesión de Sánchez mientras cunde la impresión de que dimitirá

La sensación generalizada entre la mayoría de cargos socialistas es que Sánchez se inclina por dar un paso al lado, pero el partido busca evitarlo a toda costa con una demostración de apoyo este sábado en el comité federal

María Jesús Montero se convertiría en presidenta en funciones si Sánchez decide finalmente marcharse

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al abandonar el hemiciclo este miércoles durante sesión de control al Gobierno.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al abandonar el hemiciclo este miércoles durante sesión de control al Gobierno. / DAVID CASTRO

El Gobierno y el PSOE continúan centrados en alentar la continuidad de Pedro Sánchez al frente del Gobierno, dibujando un escenario dicotómico entre defender un gobierno legítimo, elegido en las urnas, o sucumbir a las campañas que asocian a la derecha y ultraderecha tanto política como mediática y económica. Un dilema, según ha definido el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, entre “democracia limpia o democracia tóxica”. Esta es precisamente la “reflexión colectiva” a la que ha llamado Bolaños, uno de los pocos colaboradores que ha reconocido haber intercambiado mensajes con el presidente del Ejecutivo desde que anunció su intención de despejar su agenda hasta el lunes para decidir si renuncia a su cargo.

Los ánimos en la Moncloa y en Ferraz no son precisamente altos. Nadie dice tener información sobre la decisión que tomará el lunes Sánchez, que hace dos días canceló su agenda y anunció que se planteaba dimitir ante el “acoso” a su mujer, Begoña Gómez. Pero cada vez son más los dirigentes que tienen el “pálpito” de que el presidente del Gobierno acabará tirando la toalla.   

Aún así, el debate sobre los escenarios que puedan abrirse a partir del lunes y, sobre todo, la hipotética sucesión, es un tabú en las filas socialistas. Al menos, en público. “No estamos en ningún otro escenario que no sea que después de su reflexión [Sánchez] continúe porque es un presidente elegido por los españoles, no solo legítimo, sino democrático”, ha asegurado Bolaños en declaraciones a los medios este mediodía para concluir que el único escenario es que “a partir del lunes continuará el Gobierno con el presidente a la cabeza”. Frente a ello ha contrapuesto a la “tentación” de la derecha de que el sistema político español “sea de doble vuelta”. Esto es, que si las urnas no les dan la victoria, iniciarían “una cacería cruel contra quien ha ganado”.

Nadie quiere anticipar estos debates y ni siquiera habrá margen para ello en el Comité Federal que se celebrará este sábado, tras transformarlo en un acto de aclamación y respaldo a Sánchez. Se ha sacado del orden del día la ratificación de las listas para las europeas y se ha tomado la decisión de transmitir en directo todas las intervenciones, con pantallas gigantes para los militantes que se concentrarán frente a la sede federal de Ferraz.

La sucesión natural de Montero

Si la decisión de Sánchez pasa por renunciar, los escenarios que se abren son los de proponer a otro candidato a la investidura a abrir una fase de transición hasta que se puedan convocar elecciones. Esto es, el próximo 23 de julio. Las Cortes Generales no pueden disolverse antes del 29 de mayo -un año después de la anterior disolución- y, desde entonces, deben transcurrir 54 días hasta la celebración de las elecciones.

En cualquiera de ambos casos, los que el núcleo duro del presidente y buena parte de los dirigentes territoriales quieren evitar, la vicesecretaria general y vicepresidenta primera, María Jesús Montero, es la mejor situada para el relevo. Una transición sin la agitación interna que implicaría abrir un proceso de este tipo tras perder el Gobierno y con la garantía que Sánchez no tendría de otro modo para conducir su sucesión. Al menos temporalmente.

María Jesús Montero, quien se convertiría en presidenta en funciones si Sánchez decide finalmente marcharse, ha rechazado cualquier tentación de entrar en la hipótesis sucesoria. “No quiero hacer ningún planteamiento porque estoy absolutamente concentrada en cómo somos capaces entre todos de ayudar al presidente para que tenga el ánimo suficiente para poder continuar con una tarea durísima”, ha señalado en La Sexta. Justo después, se ha dirigido directamente al presidente a través de las cámaras. “Ánimo y fuerza presidente, que estamos muchos detrás”, le ha dicho. 

Los socialistas quieren que la carta de Sánchez, escrita en solitario y en un tono de confesión personal, ajeno a los usos de la primera línea política, sirva para que la sociedad en general haga una “reflexión” sobre la crispación actual. Pero se muestran pesimistas de que sirva de algo. “No tengo ninguna esperanza de que el PP tome nota de esto. Desgraciadamente, esta situación va a perdurar”, ha vaticinado Montero.

"Chatarra jurídica"

La reflexión que ha tratado de espolear Bolaños es que se pueda y se deba hacer política “sin que haya jaurías utilizando bulos para atacarnos e intimidarnos a los políticos que damos un paso al frente porque nos dedicamos al servicio del país y la ciudadanía”. Aunque en su análisis ha evitado incluir a una parte de los jueces dentro de los poderes que denuncian, sí calificó la denuncia contra la esposa de Sánchez de “chatarra jurídica”.  

La sensación generalizada entre la mayoría de cargos socialistas es que Sánchez se inclina por dar un paso al lado. Algo que buscan evitar a toda costa con una demostración de apoyo. “Tiene que saber que lo vamos a proteger a él y a su familia, lo demás es una decisión personal sobre la que poco más podemos hacer”, trasladan de una de las federaciones más afines a Ferraz. Lo que comparten en el partido que lo personal y lo anímico será lo que pesará en la decisión de Sánchez, descartando que su decisión pueda tener algún sentido estratégico.