Armengol llama a reformar la Constitución para convertir el Senado en una "cámara territorial" y acusa al PP de "desvirtuar" la institución

Francina Armengol considera que el Senado debería jugar un papel diferente al actual y que tendría que tener un encaje diferente en la Constitución. La presidenta del Congreso ha sostenido que sería necesaria una reforma de la Carta Magna para que la Cámara Alta se convierta en una auténtica cámara de representación territorial. Sin embargo, tiene pocas esperanzas en conseguirlo a la vista de la dificultad de alcanzar acuerdos con el PP. En este sentido, ha acusado a los populares, que tienen mayoría absoluta en el Senado, de "desvirtuar" la institución.

"Creo que es un poco dislate que haya dos cámaras (Congreso y Senado) que se ocupen de más o menos de lo mismo cuando creo que necesitaríamos una cámara territorial", ha sentenciado Armengol, la tercera autoridad del Estado. En un desayuno informativo celebrado en el Ateneo de Madrid, la presidenta del Congreso ha concretado que el Senado debería funcionar como un foro donde los gobiernos autonómicos y el Gobierno central pudieran tomar decisiones de manera conjunta.

No obstante, esto requiere una profunda reforma de la Constitución. "Mis sueños en un pozo, pero las utopías sirven para ir caminando", ha asegurado, en referencia a la complejidad de cerrar un acuerdo con los populares que permita esta modificación. Llegado a este punto, Armengol ha señalado que los conservadores, con Pedro Rollán como presidenta de la Cámara Alta, tienen "una forma de funcionar muy de partido" y que esto supone "desvirtuar" la institución. "Yo no digo que sea desleal, yo digo que se está utilizando [el Senado] para contraponer muchas cosas al Congreso", ha dicho sobre Rollán.

Reformas necesarias

No es la única cosa que hay que reformar. Según Armengol, es necesario acercar las Cortes Generales a la ciudadanía para que se sientan más identificados. Una de las formas, ha reivindicado, fue la modificación del reglamento con la que se estrenó hace dos años para permitir el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso. En su opinión, que las sociedad pueda escuchar hablar en catalán, galego o euskera "hace más por la unidad de España que muchísimas otras decisiones". "Si queremos representar a los pueblos es importante ser respetuoso con su propia cultura", ha incidido.

Armengol, que llegó a la presidencia del Congreso tras las elecciones veraniegas de 2023, también ha lamentado el habitual tono bronco que se vive en las sesiones plenarias, aunque ha señalado que siempre ha habido palabras más altas que otras. La diferencia, ha dicho, es la inmediatez de las redes sociales y cómo se priman los vídeos de 20 o 30 segundo con insultos porque es lo que más llama la atención de la ciudadanía.