Artur Mas se querellará contra quienes "maquinaron" la 'Operación Cataluña', que tacha de “ilegal, ilegítima e inmoral”

El expresidente de la Generalitat Artur Mas anunció que se querellará por el espionaje que, según el grupo de expertos en ciberespionaje de Citizen Lab, sufrió a través de el software israelí Pegasus contra quienes "maquinaron" la 'Operación Cataluña', cuyo inicio situó a finales de 2012, cuando señaló que pasaron "cosas graves para la salud de una democracia", porque "se dinamitaron los principios" por los que deber regirse, ya que "desde las entrañas del Estado se decidió una operación ilegal, ilegítima e inmoral para destruir proyectos políticos, personas e ideas políticas que no podían ganar en las urnas".

Artur Mas fue el primer espiado con Pegasus en España y el segundo en el mundo, según Citizen Lab

Sostuvo que no busca venganza, pero sí que se conozca "la verdad, porque es la única manera de curar la grave herida que sufrió la democracia española" con estas prácticas y que sus responsables asuman las responsabilidades que les correspondan por el daño que causaron, no a él, que este lunes se ha sabido que fue el primer espiado con Pegasus, ni el expresidente del Barça Sandro Rosell, que estuvo dos años en prisión por delitos de los que fue absuelto, sino los "ciudadanos" por "la manipulación" que sufrieron. "No se trataba de eliminar terroristas, sino soberanistas; de eliminarnos políticamente, civilmente, llevarnos hasta la muerte civil", aseguró.

La querella anunciada se dirigirá contra todo aquel que pueda tener alguna responsabilidad en la vulneración de la intimidad que sufrió por las 32 infecciones que ha detectado en su teléfono el organismo dependiente de la Universidad de Toronto y en algunos episodios de la 'Operación Cataluña', en los que se le atribuía una hija ilegítima o vinculación con el caso Pujol. Aunque dejó en manos de sus abogados concretar contra quién se dirigirá, apuntó, entre otros, al exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, al que llegó a situar al frente de la operación que le convirtió en la "principal víctima de Pegasus", y a la exlíder del PP catalán Alicia Sánchez-Camacho. Y como el programa solo podía ser comprado por el Estado, preguntó quién podía autorizar las 32 entradas registradas en su móvil, si no era la Policía, la Guardia Civil o el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

A preguntas del diputado de Junts Josep Pagès también consideró responsable a la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, que le antecedió en la comisión de investigación del Congreso. Añadió que "no puede probar" que lo fuera "por activa, pero sí por pasiva", porque era de quien dependía el CNI, y si no sabía lo que ocurría, cómo podía cumplir con su responsabilidad de defender la seguridad del Estado. En este punto, dijo sentirse "decepcionado" al comprobar la "cobardía" de los dirigentes del PP que "fingen" ignorar la 'Operación Cataluña' y que ninguno sea "capaz de explicar la verdad y de justificarla" con el argumento de que se hizo "por un bien superior, que era la unidad de España".

En un principio Mas había optado por responsabilizar a "determinados fiscales y jueces, y no menores", así como a periodistas, que publicaron informes "fabricados" con apariencia de ser policiales "pero que no firmaba nadie". Y criticó que el dinero público desviado a confidentes no lo investigue el Tribunal de Cuentas, que, en cambio, sí le condenó a él y a varios miembros de su Govern por el 9-N y que juzgó a los líderes del 1-O por el referéndum ilegal y la acción exterior de la Generalitat. Añadió que en su condena se incluyeron tres millones de euros que se destinaron a la adquisición de ordenadores para las escuelas catalanas.

Como la consejera que debía dictar la sentencia del 1-O la ha paralizado hasta que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) le aclare sus dudas sobre la afectación a los intereses de la UE que puede tener la desviación de dinero público, Mas destacó que no solo era el Supremo el que no cumplía la ley de amnistía, salida de las Cortes.

Desde el Estatut

Tras ubicar el origen del 'procés' en el recorte que el Estatut de Catalunya sufrió en el Tribunal Constitucional y el rechazo de su propuesta de pacto fiscal por parte del presidente del Gobierno entonces, Mariano Rajoy, afirmó que las infecciones que sufrió en su móvil se produjeron en días clave, porque respondieron a "una orientación política": el día que se anunció la coalición soberanista, cuando se anuncian las elecciones y cuando se celebraron.

Hasta ahora ninguna querella por la 'Operación Cataluña' ha prosperado. Solo siguen adelante algunas relativas al caso Pegasus, como la interpuesta por el expresidente de la Generalitat Pere Aragonès, en los juzgados de Barcelona, o la del abogado de Carles Puigdemont, Gonzalo Boye, en los de Madrid, pero al tratarse de un software israelí resulta muy complicado avanzar en quién pudo adquirirlo en España y utilizarlo contra los expresidentes catalanes.

Eso llevó a Mas a señalar el "contraste brutal" que había entre el archivo de cualquier investigación relativa a la 'Operación Cataluña' y los procedimientos seguidos contra los líderes del 'procés'. La comisión concluyó con un Artur Mas que destacaba que a él le "habían mirado todo" y "nunca había tenido que declarar en ningún caso de corrupción, ni como testigo", ni problemas con Hacienda.