Mordidas en obras públicas
Sánchez valora todas las salidas tras la caída de Cerdán por corrupción y duda al desconocer la extensión del escándalo
Los colaboradores del presidente asumen que no basta con los cambios en el partido para hacer frente a un escándalo que tiene al Gobierno contra las cuerdas
Bolaños contacta con los socios parlamentarios para calibrar si mantienen su apoyo en esta dramática coyuntura

Pedro Sánchez, el pasado jueves en la sede del PSOE, tras la dimisión de Santos Cerdán. / JOSÉ LUIS ROCA
Un dirigente del PSOE que mantiene estrechos vínculos con Pedro Sánchez cuenta que el presidente del Gobierno no quería repetir como candidato en las próximas elecciones generales. Consideraba que con dos legislaturas, más su primer y breve mandato tras la moción de censura a Mariano Rajoy, era suficiente. Pero entonces llegó la investigación judicial a su mujer, Begoña Gómez. En un gesto sin precedentes, Sánchez se tomó cinco días para reflexionar, mantuvo a todos sus colaboradores en vilo, sin ninguna información, y salió de allí convencido de que tenía que resistir y volver a presentarse como aspirante a la Moncloa. Ahora, tras la caída por corrupción de Santos Cerdán, el exsecretario de Organización del PSOE, con Sánchez como único responsable de su nombramiento y afrontando las horas más críticas de su larga y sobresaltada carrera política, todo vuelve a estar en el aire.
En un primer momento, nada más conocer el informe de la UCO que implica a Cerdán y a José Luis Ábalos (su antecesor en el organigrama socialista y exministro de Transportes) en el cobro de mordidas a cambio de adjudicaciones de obra pública, el presidente intentó encapsular el escándalo en el partido. “Esto no está afectando al Gobierno”, dijo Sánchez el pasado jueves, cuando compareció con cara de entierro para explicar la estruendosa salida de Cerdán, pedir “perdón” y no concretar en qué consistía su responsabilidad ante un caso que lo coloca contra las cuerdas.
Pero eso ya ha quedado atrás. Ahora los colaboradores del presidente, que el sábado se retiró a la finca toledana de Quintos de Mora y el domingo mantuvo constantes contactos con su núcleo duro, no descartan ninguna medida. Ni en el partido, ni en el Ejecutivo. Una crisis de Gobierno que cambie a varios ministros y se sume a la ya anunciada “reestructuración” de la Ejecutiva socialista. Una cuestión de confianza para comprobar si los socios mantienen su apoyo e intentar retomar así la iniciativa. Un adelanto de las generales, dando esta legislatura por terminada, como ya le piden a Sánchez cada vez más dirigentes y líderes territoriales socialistas. Incluso un congreso extraordinario, poco más de medio año después del celebrado en Sevilla, para relevarlo como líder del PSOE.
“Todo en su momento”
“Estamos en un necesario modo partido a partido. Todo en su momento”, señalan fuentes de la Moncloa. El “problema”, explica un colaborador del presidente, es que aún no se conoce la verdadera extensión de este escándalo. “Vamos a ciegas”, reconocía una ministra muy cercana a Sánchez antes de que trascendiese la investigación de la Guardia Civil. Esa sensación está ahora menos acentuada, pero no se ha disipado. Todos los consultados coinciden en que van a salir “muchas más cosas”. Su temor fundamental es que haya indicios de financiación irregular del PSOE (el presidente, de momento, ha anunciado una auditoría de las cuentas) o, todavía peor, que Sánchez aparezca directamente implicado, algo que su entorno descarta por completo.
Pero puede haber nuevas ramificaciones. Se da por seguro que la investigación judicial aireará más audios tan comprometedores entre Cerdán, Ábalos y Koldo García (mano derecha del exministro) como los conocidos hasta ahora. “Lo que nos queda por ver”, anticipa un miembro del Gobierno. De momento, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, ya se encuentra en una situación delicada, al reconocer ahora que se reunió con Víctor de Aldama, presunto cabecilla de la trama corrupta, después de haberlo negado en la comisión de investigación del Senado.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, pasa por delante de los ministros José Manuel Albares y Félix Bolaños en el Congreso. / JOSÉ LUIS ROCA
“No hay ninguna salida buena”, reconocen varios dirigentes socialistas. Todas tienen riesgos y desventajas. La crisis de Gobierno se vería como un simple “parche” ante la magnitud del escándalo. El congreso extraordinario pillaría al PSOE sin un relevo claro de Sánchez. El anticipo de las generales, defendido por cada vez más voces en el partido para que no “contaminen” las autonómicas y municipales de mayo de 2027, solo serviría en estos momentos para “regalarle el Gobierno a la derecha”, argumenta un ministro.
Y la cuestión de confianza, una opción impulsada por varios miembros del núcleo duro de Sánchez con el objetivo de “corresponsabilizar” a los socios parlamentarios en el destino de la legislatura, también provocaría que estos mismos grupos aprovecharan la coyuntura para hacer “peticiones estratosféricas” porque empiezan a “oler la sangre” y “elevarán el precio de su apoyo”. Igual que con los Presupuestos del año que viene, que varios ministros señalan estos días que cobran más importancia que nunca.
El líder socialista acudirá el miércoles a la sesión de control en el Congreso para someterse a las preguntas de Feijóo, Abascal y Rufián
El sentir de los socios
Los colaboradores de Sánchez ya han comenzado a contactar con sus aliados parlamentarios. El ministro de Justicia, Félix Bolaños, los llamó este domingo. En la Moncloa aseguran no ver a ninguno por la labor de dar esta legislatura por terminada. Mucho menos apoyar una moción de censura liderada por Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, y secundada por Vox. “Lo único bueno es que, a diferencia de cuando la moción de censura a Rajoy, no hay una mayoría alternativa en el Congreso”, dice un diputado de peso.
Aun así, ERC y BNG ya han pedido que Sánchez protagonice una comparecencia monográfica sobre el escándalo. Podemos ha anunciado que reclamará una comisión de investigación en la Cámara baja. Junts habla de “aprovechar” la “debilidad” de Sánchez. Y el contexto internacional es adverso. El 24 de junio se celebrará en La Haya una trascendental cumbre de la OTAN. Tanto el presidente de EEUU, Donald Trump, como el secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, presionan para que los estados miembros se comprometan a destinar el 5% del PIB al gasto en defensa, una medida que rechaza Sánchez y que, de terminar saliendo adelante, hará muy difícil la convivencia con los partidos de izquierda, incluido Sumar, miembro de la coalición.
Sánchez, de momento, acudirá a la Cámara baja el miércoles para someterse a la sesión de control, con preguntas de Feijóo, Santiago Abascal (Vox) y Gabriel Rufián (ERC). Y este lunes se espera que Cerdán cumpla su palabra y entregue el acta de diputado. La dirección del PSOE también confía en que presente su baja voluntaria del partido, evitando así tener que abrirle expediente y suspenderlo de militancia. Pero aquí los colaboradores del presidente no tienen ninguna certeza. Todo está abierto.
Suscríbete para seguir leyendo
- ¿Una nueva playa en un pueblo de Castellón? Ya están tirando arena para hacerla realidad
- Estos son los cinco radares acribillan a multas en Castellón
- Las consecuencias de la dana en Castellón: la cosecha de clemenules será la más baja de la historia
- Buenas noticias para los trabajadores: es posible renunciar a tu empleo y cobrar indemnización
- Muere Marta Jiménez, colaboradora de ‘El Hormiguero’, durante un salto base en Huesca con tan solo 34 años
- Alegría para los trabajadores: La jubilación activa permite retirarse con sueldo, pensión y solo 15 años cotizados
- Conmoción en l'Alcora por la muerte del dj, batería y exconcejal Roberto Aicart 'Pirri
- Otra novedosa idea del Villarreal: una pasarela aérea unirá los vestuarios con el Estadio de la Cerámica