La mañana del día después del positivo en coronavirus de Sergio Busquets dentro de la burbuja de la Ciudad del Fútbol, no pasa por la preparación deportiva a una semana del estreno en la Eurocopa, con los 23 internacionales restantes sometiéndose a nuevos test y la incomprensión dentro de la Federación por no haber recibido la vacuna.

Mientras los jugadores llamados de la selección española sub-21 que jugarán bajo la dirección de Luis de la Fuente el amistoso del martes ante Lituania, han ido llegando a la concentración, los 23 internacionales de la absoluta se han sometido a un test PCR para conocer a primera hora de la tarde si hay algún positivo más en el grupo. El test realizado el domingo dejó el positivo en la covid-19 de Busquets y existe el temor de que algún futbolistas más, con los que el capitán de la selección española ha convivido desde el pasado lunes, pueda haberse contagiado.

En la Real Federación Española de Fútbol reina la incomprensión por la situación que están viviendo, sin entender las razones por las que se han vacunado a los jugadores que tienen opciones de disputar los Juegos Olímpicos este verano en Tokio y no a los futbolistas elegidos para defender a España en la Eurocopa 2020. Según informan a Efe fuentes de la Federación, existía la esperanza de que finalmente en el inicio de la concentración tanto jugadores como cuerpo técnico y el equipo de trabajo que acompaña a la selección, hubiesen recibido una vacuna de una sola dosis para rebajar las opciones de contagio dentro de la burbuja.

Defienden que las medidas sanitarias han sido las adecuadas y se ha seguido a rajatabla todas las indicaciones médicas, del Ministerio de Sanidad y de UEFA para protegerse del coronavirus. Por lo que existe malestar por no haber prosperado la petición realizada por el presidente Luis Rubiales, que habría evitado el riesgo de contagio y las consecuencias que se están sufriendo a siete días del partido en Sevilla ante Suecia.