La España futbolística sigue sin dar crédito a lo sucedido anoche: ¿Por qué no fue titular Gerard Moreno? ¿Cómo el máximo goleador español del momento y el 8º máximo artillero de todas las ligas europeas vio el partido de ayer 75 minutos desde el banquillo? Ver para creer. La enésima frivolidad de Luis Enrique en el banquillo de la selección española, al que parece que le guste ir contracorriente, le costó a España sumar sus primeros tres puntos en el debut de la Eurocopa 2020, en Sevilla, ante su gente, una Roja fallona que no pasó del 0-0 ante una Suecia que se dedicó a defender y que incluso en alguna contra puso en jaque a la selección.

Triste pero cierto. Incomprensible. Ilógico. Extraño. Y más aún cuando Gerard fue el más activo y resolutivo mientras estuvo en el campo, un total de 26 minutos (los 15 reglamentarios y los 6 del descuento). Tres zarpazos suyos generaron tres clarísimas ocasiones de gol. Dos las salvó Olsen, una de ellas bajo la línea de gol a un gran cabezazo, y otra salió cerca de la escuadra tras un tiro de zurda marca de la casa.

El de Santa Perpètua de Mogoda se echó a la Roja a la espalda, cuando se había quedado sin ideas. Se desmarcó, se ofreció, genero espacios, aligeró el juego con toques precisos de primeras, fue objeto de varias faltas... además de los mencionados remates. Demasiado lujo en una selección tan carente de gol y de goleadores dejarte a tu mejor artillero en el banquillo tres cuartas partes de un partido inaugural de una gran competición de selecciones.

Sin pólvora en ataque

Una selección que ofreció una buena primera parte, en la que Luis Enrique planteó un 4-3-3 cuando no tiene extremos putos, y donde sus principales peligros fueron sus laterales, Marcos Llorente y Jordi Alba, pero que no Ferran Torres ni Dani Olmo ofrecieron peligro, y Morata acrecentó su bajo estado anímico fallando dos clarísimas ocasiones.

El meta Olsen evitó que la Roja se marchara al descanso con ventaja, en especial a remates de Olmo de cabeza (paradón) y otra de Koke que mandó a córner.

Hasta que apareció Gerard

En el segundo acto, a España se le apagaron las ideas y tuvo que aparecer Gerard Moreno para despertarla de su letargo, pero tuvo poco tiempo y, aún así, estuvo cerca de darle la victoria a una Roja que estuvo bien protegida en defensa por el central del Villarreal Pau Torres, quien supo frenar con solvencia a aviones como Isak, Berg, Cajuste o Quaison. Ahora, el sábado la selección española se la juega en Sevilla ante Polonia.