No ha sido una temporada nada fácil para Sergio Busquets. Ni en el Barça de Koeman ni tampoco en la España de Luis Enrique, a pesar de que en ambos equipos se ha convertido no solo en una referencia futbolística a la que no se adivina sucesión clara sino también en un líder. Líder silencioso porque como él mismo se califica es un jugador antiguo, alejado del ruido mediático, huyendo como huye siempre de la sobreexposición como si una vez acabado el partido se esfumara en su casa hasta el nuevo encuentro.

En el Camp Nou se salió, finalmente, con la suya, al cobijo del 3-5-2 que dibujó Koeman antes de que todo se derrumbara en el mes final de Liga. En España, Busi ha visto partir a toda la generación dorada del 2010 camino de la jubilación (Puyol, Villa, Torres, Casillas...), del banquillo (Xavi, Xabi Alonso), del retiro voluntario de la selección (Piqué), del fútbol todavía, pero en Japón como Iniesta, mientras el antiguo dueño del brazalete que ahora porta él (Sergio Ramos) no tiene sitio en la nueva España. 

Queda Busi como único superviviente, como la reliquia de una selección que holló la cima hace ya más de una década. Y desde entonces, perdió el mapa del tesoro. A él, además, castigado por el Covid le ha tocado liderar desde su casa (estuvo 12 días confinado) a un grupo que todavía sigue buscando su identidad.

"Somos un equipo joven, pero también hay jugadores con mucha experiencia en la selección y en sus equipos. Aquí hay ganadores de la Liga, de la Europa League y de la Champions. Intentamos sacar lo mejor de cada generación", ha recordado Busquets.

Por eso, cuando el azulgrana, con el PCR negativo en su mano, llegó la pasada semana a la ciudad deportiva de Las Rozas lo recibieron con un emotivo y sentido pasillo de honor. Recibían al capitán. Recibían al dueño de la idea que hizo muy grande a España. Recibían, en realidad, a su líder en el campo. De ahí ese abrazo que le tributó Luis Enrique, consciente del gran valor de Busi. 

"Hay un grupo increíble y un ambiente magnífico. Pero tenemos que mejorar cosas, hemos fallado ocasiones claras, incluso un penalti"

Sergio Busquets - Capitán de España

"Estamos encantados con él y con su staff. Está preparado para todas las situaciones. Esto es fútbol y mandan los resultados, pero si discutimos a Luis... Me parece que nos equivocamos. Confiamos al 100% en él", afirmó el capitán. En esta selección nadie ha jugado tantos partidos vestido de rojo como el mediocentro que descubrió Guardiola por aquellos anónimos campos de la Tercera División catalana, el mismo por quien Del Bosque, en un encomiable acto de generosidad, se habría clonado en Suráfrica tras la derrota ante Suiza en el Mundial del 2010.

Mejorar el remate

Tras dos partidos (uno en su casa, otro en la grada de La Cartuja) apareció Busquets. Primero, habló en la sala de prensa. Hoy le tocará en el campo. "Entiendo que pueda haber dudas después de dos empates, pero es normal. No pasa nada. He tenido la suerte de ganar torneos, Mundial y Eurocopa, y en los dos estuvimos en el último partido a punto de quedarnos fuera», recordó el azulgrana.

"Hay un grupo increíble y un ambiente magnífico. Pero tenemos que mejorar cosas, hemos fallado ocasiones claras, incluso un penalti. Debemos ser más contundentes, Suecia nos llegó dos veces y muy claras. Seguro, que con una pizca de suerte en ataque, todo irá mejor y más rodado. Pese a los resultados, la selección está jugando bien", apuntó el capitán.