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Toni Losas
Ver galería >La plaza Mayor de Almassora volvió a estremecerse este Jueves Santo con la tradicional Rompida de la Hora, uno de los momentos más esperados de la Semana Santa y declarado Fiesta de Interés Turístico Provincial. A las doce en punto de la noche, el silencio se quebró con el imponente retumbar de más de 300 tambores y bombos, en un acto cargado de simbolismo y emoción que reunió a miles de vecinos y visitantes en el casco antiguo. El encargado de dar el primer toque al bombo gigante fue el medallista olímpico Pablo Herrera, invitado de honor de esta edición, acompañado por la alcaldesa de Almassora, María Tormo, y el presidente de Tambors de Passió, Damián Aguilella. Las imágenes del acto capturan la solemnidad del momento previo al estruendo y la fuerza colectiva que envuelve esta cita única.
La plaza Mayor de Almassora volvió a estremecerse este Jueves Santo con la tradicional Rompida de la Hora, uno de los momentos más esperados de la Semana Santa y declarado Fiesta de Interés Turístico Provincial. A las doce en punto de la noche, el silencio se quebró con el imponente retumbar de más de 300 tambores y bombos, en un acto cargado de simbolismo y emoción que reunió a miles de vecinos y visitantes en el casco antiguo. El encargado de dar el primer toque al bombo gigante fue el medallista olímpico Pablo Herrera, invitado de honor de esta edición, acompañado por la alcaldesa de Almassora, María Tormo, y el presidente de Tambors de Passió, Damián Aguilella. Las imágenes del acto capturan la solemnidad del momento previo al estruendo y la fuerza colectiva que envuelve esta cita única.
La plaza Mayor de Almassora volvió a estremecerse este Jueves Santo con la tradicional Rompida de la Hora, uno de los momentos más esperados de la Semana Santa y declarado Fiesta de Interés Turístico Provincial. A las doce en punto de la noche, el silencio se quebró con el imponente retumbar de más de 300 tambores y bombos, en un acto cargado de simbolismo y emoción que reunió a miles de vecinos y visitantes en el casco antiguo. El encargado de dar el primer toque al bombo gigante fue el medallista olímpico Pablo Herrera, invitado de honor de esta edición, acompañado por la alcaldesa de Almassora, María Tormo, y el presidente de Tambors de Passió, Damián Aguilella. Las imágenes del acto capturan la solemnidad del momento previo al estruendo y la fuerza colectiva que envuelve esta cita única.
La plaza Mayor de Almassora volvió a estremecerse este Jueves Santo con la tradicional Rompida de la Hora, uno de los momentos más esperados de la Semana Santa y declarado Fiesta de Interés Turístico Provincial. A las doce en punto de la noche, el silencio se quebró con el imponente retumbar de más de 300 tambores y bombos, en un acto cargado de simbolismo y emoción que reunió a miles de vecinos y visitantes en el casco antiguo. El encargado de dar el primer toque al bombo gigante fue el medallista olímpico Pablo Herrera, invitado de honor de esta edición, acompañado por la alcaldesa de Almassora, María Tormo, y el presidente de Tambors de Passió, Damián Aguilella. Las imágenes del acto capturan la solemnidad del momento previo al estruendo y la fuerza colectiva que envuelve esta cita única.
La plaza Mayor de Almassora volvió a estremecerse este Jueves Santo con la tradicional Rompida de la Hora, uno de los momentos más esperados de la Semana Santa y declarado Fiesta de Interés Turístico Provincial. A las doce en punto de la noche, el silencio se quebró con el imponente retumbar de más de 300 tambores y bombos, en un acto cargado de simbolismo y emoción que reunió a miles de vecinos y visitantes en el casco antiguo. El encargado de dar el primer toque al bombo gigante fue el medallista olímpico Pablo Herrera, invitado de honor de esta edición, acompañado por la alcaldesa de Almassora, María Tormo, y el presidente de Tambors de Passió, Damián Aguilella. Las imágenes del acto capturan la solemnidad del momento previo al estruendo y la fuerza colectiva que envuelve esta cita única.
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