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Manuel Navarro
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Borriol acogió este jueves el 50 aniversario de la Pasión, que este año incorporaba dos nuevas escenas. Desde la entrada de Jesús en Jerusalén, iluminada por el último sol del día, hasta el sobrecogedor momento de la crucifixión en lo alto del Calvario, cada imagen recoge la fuerza visual de una teatralización que convierte al municipio castellonense en un escenario de la pasión y muerte de Jesucristo. Las antorchas, el vestuario, la emoción reflejada en los rostros de los más de 250 participantes y el silencio respetuoso del público ante el acto organizado por Nueva Jerusalén han quedado inmortalizados en las instantáneas de Manuel Navarro.
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Manuel Navarro
Borriol acogió este jueves el 50 aniversario de la Pasión, que este año incorporaba dos nuevas escenas. Desde la entrada de Jesús en Jerusalén, iluminada por el último sol del día, hasta el sobrecogedor momento de la crucifixión en lo alto del Calvario, cada imagen recoge la fuerza visual de una teatralización que convierte al municipio castellonense en un escenario de la pasión y muerte de Jesucristo. Las antorchas, el vestuario, la emoción reflejada en los rostros de los más de 250 participantes y el silencio respetuoso del público ante el acto organizado por Nueva Jerusalén han quedado inmortalizados en las instantáneas de Manuel Navarro.
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