En una salida improvisada por el monte, dos amigos espeleólogos se toparon en el camino con la entrada de una inexplorada cueva. En sus entrañas, tras desobstruir una galería, acabarían encontrando, entre otros huesos humanos, un cráneo que tiene al menos 4.000 años de antigüedad. Al ser una caverna que en la prehistoria se gastaba como panteón familiar, los arqueólogos creen que esas grutas de Tales pueden esconder los restos de muchos más individuos que se enterraron allí.
Explora la cueva que escondía el último descubrimiento arqueológico de Castellón
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