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Incendios forestales

Grano para una fauna hambrienta en la Sierra de la Culebra calcinada

Voluntarios de la asociación 'Zamora en Transición' depositan sacos de alimento en zonas abrasadas por la llamas en Villardeciervos

Los voluntarios cargan con sacos para depositarlos en el monte.

Un grupo de voluntarios de la asociación 'Zamora en Transición' han aportado su granito de arena para auxiliar a la fauna salvaje que se está viendo privada de alimento tras los devastadores incendios en la Sierra de la Culebra.

El reparto se ha realizado en ocho puntos diferentes, en el entorno de Villardeciervos, de acuerdo con los lugares indicados por personal del Centro Forestal.

Es importante contar con estos profesionales y no dejar el alimento en cualquier sitio porque se están encontrado animales atropellados que han ido en busca de la comida depositada en las cunetas, al lado de las carreteras.

“Nos están indicando que la comida para la fauna no se puede dejar en cualquier sitio, es mejor contactar con el Centro Forestal para que ellos indiquen los lugares adecuados” apunta Alicia Fernández, presidenta de la asociación 'Zamora en transición'.

Los voluntarios zamoranos han repartido alrededor de 800 kilos de cebada y trigo, transportados en 25 sacos que la asociación ha comprado gracias a las donaciones desinteresadas que han atendido la llamada para proporcionar algo de alimentos a una fauna salvaje seriamente apurada entre el paisaje de cenizas que ha dejado el incendio de la Sierra de la Culebra.

Los miembros de 'Zamora en Transición' se encontraron con todo un monte calcinado. “La sensación es horrible, han muerto muchos animales y siguen muriendo; nos dicen que muchos tienen los pulmones afectados o las pezuñas quemadas. Es un desastre” expresaba Alicia Fernández.

La esperanza llega de los brotes verdes que empiezan a asomar en el paisaje calcinado. Ha pasado mes y medio desde el inicio de uno de los siniestros más devastadores –abrasó unas 25.000 hectáreas– y los voluntarios ya pudieron observar brotes verdes entre el paisaje de ceniza que ha dejado el fuego. Entre la negrura del terreno emergen plantas como todo un símbolo de esperanza ante el duro futuro que tienen por delante muchos pueblos de la Sierra de la Culebra y más allá. Con el posterior incendio de Losacio son más de 60.000 hectáreas de bosques, pastos, monte bajo y cultivos abrasadas y con ellas destruido el sustento de muchas familias.

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