Aprender a pintar y, de paso, embellecer las calles del municipio. Con este objetivo nació el taller de artes plásticas para niños que se ha desarrollado en el Espai Jove los miércoles, que ayer tuvo su clase final con una sesión especial. Y es que los pequeños participantes, que tienen entre cinco y 10 años, acabaron el mural que han estando elaborando y lo colocaron en la esquina entre las calles Sant Miquel y Pare Lluís Maria Llop, en el barrio Cervantes.

In situ aprendieron el significado de poner en valor las vías urbanas y reflejar el arte en ellas.

El concejal de Juventud, Xavier Ochando, explicó que "el taller ha tenido una gran aceptación y los niños han podido desarrollar su creatividad y plasmarla para que todos la puedan ver".

Y es que, tal y como se hizo con el concurso de grafiti, el objetivo es "ir embelleciendo los muros del municipio y evitar que se pinte sobre ellos con iniciativas que impliquen a los ciudadanos".

La original obra artística ya se puede contemplar en este punto del casco urbano vila-realense.