El Giro de Italia llega este martes, en su cuarta etapa, a su primera llegada en alto, con la meta ubicada en el Colle Passerino de Sestola, en el primer test serio para los favoritos de la carrera.

El recorrido de la jornada, de 187 kilómetros, que parte de Piacenza, es la primera toma de contacto del pelotón de la carrera con la montaña, con una segunda parte rompepiernas que puede causar disgustos, sobre todo en el ascenso final, un puerto de segunda categoría pero que incluye duras rampas de hasta el 9,5%.

Antes, los ciclistas pasarán otros dos puertos, ambos de tercera categoría, un dato que puede llamar a engaño si se tiene en cuenta que la segunda ascensión esconde pendientes con porcentajes de hasta el 18%.

En la etapa de este lunes, disputada entre Biella y Canale sobre 190 kilómetros con un perfil final de repechos que hizo sufrir a los esprinters, se impuso Taco van der Hoorn (Intermarché-Wanty-Gobert). El ciclista holandés, de 27 años, fue el último superviviente de una escapada inicial de 8 corredores y gracias a un ataque postrero pudo llegar a meta en solitario, superando la presión de un pelotón que llegó a 4 segundos encabezado por el italiano Davide Cimolai (Israel Start Up) y el eslovaco Peter Sagan (Bora). El italiano Filippo Ganna (Ineos) conservó la maglia rosa de líder.