Después de centrar su actividad en convertirse en la mayor tabaquera del mundo, tras más de 150 años, Philip Morris cambió su rumbo hacia un futuro sin el humo de los cigarrillos. Este es el gran proyecto de la multinacional. Una idea que surge como consecuencia de buscar una alternativa menos dañina para la salud de millones de fumadores en todo el mundo. Y es que, de acuerdo con los datos que maneja la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 1.000 millones de personas fuman en todo el mundo, de las cuales casi 9 residen en España. Y las previsiones señalan que, a pesar de que los fumadores conocen lo nocivo del hábito, estas cifras no van a cambiar en los próximos años.
El comienzo: desde Londres al resto del mundo
A mediados del siglo XIX comenzó a escribirse esta historia en una pequeña tienda del centro de Londres. Philip Morris abrió las puertas de su negocio en Bond Street, donde comenzó vendiendo tabaco y cigarrillos preparados. Tras su muerte, el negocio mantuvo su actividad y, con el tiempo, se trasladó a Estados Unidos, ya en el siglo XX, donde además comenzaron a fabricar sus propios cigarrillos.
Ya en la década de los 50 del siglo pasado, la empresa está totalmente consolidada y decide crear una división operativa interna que les permita fabricar y comercializar productos en todo el mundo. Así terminan los primeros capítulos de esta historia. Desde entonces ha pasado de ser un pequeño negocio de venta de tabaco en Londres a liderar el mercado del tabaco de todo el mundo.
La gran apuesta: un futuro sin cigarrillos
Con el cambio de siglo, la historia también ha cambiado. El siglo XXI trajo a la tabaquera un nuevo objetivo y, gracias a los avances tecnológicos y científicos, ha podido transformar totalmente su negocio, desarrollando productos alternativos a los cigarrillos en los que se elimina la combustión. La apuesta por un futuro sin humo ha vertebrado el trabajo llevado a cabo por Philip Morris International (PMI) en los últimos años, y ha sido posible la gracias a una profunda transformación basada en ciencia y tecnología.
En 2001, compañía trasladó su departamento de I+D y su centro de operaciones de Estados Unidos a Suiza, con una idea que iba a revolucionar el sector del tabaco: investigar sobre el desarrollo de productos sin humo. Esto lleva a la compañía a crear, en 2009, un nuevo espacio dedicado a la investigación.
En este nuevo espacio, llamado El Cubo, trabajan más de 1.500 expertos especializados en física, biología y química, pero también médicos, epidemiólogos y científicos del comportamiento, que desempeñan un papel crucial en la construcción de un mundo sin humo. Este centro se refuerza en 2010 con la apertura de otro laboratorio de investigación internacional en Singapur. Y todos estos nuevos desarrollos tienen el soporte de una importante inversión en ciencia e investigación de más de 12.500 millones de dólares.
"Philip Morris quiere cambiar el mundo y por eso, nos hemos propuesto conseguir un futuro libre de humo. Si lo conseguimos, será algo realmente increíble. La evidencia científica es clara, las alternativas sin humo pueden acelerar el fin del cigarrillo y el mundo tiene que actuar ahora para ayudar a que los fumadores se pasen a mejores alternativas. Es hora de que el cigarrillo pase a la historia”, señala Jacek Olczak, CEO de PMI.
El presente: abordar el impacto negativo
Hace más de 15 años la tabaquera decidió dar un paso al frente y abordar el impacto negativo que tenían sus productos en la salud de millones de fumadores. Siendo conscientes de que su responsabilidad comienza con sus propios productos, iniciaron una transformación sin precedentes: apostar por el desarrollo de productos que eliminen la combustión de los cigarrillos.
Y es que la evidencia científica ha demostrado que, lo más dañino del hábito de fumar es el humo producido por la combustión del tabaco. Por tanto, la clave de estos nuevos productos alternativos está en eliminar la combustión. Aunque la mejor opción es no empezar con el hábito tabáquico, para aquellos adultos que no lo dejan, existen alternativas al cigarrillo tradicional menos dañinas que eliminan la combustión y el humo de los cigarrillos.
Philip Morris ha conseguido crear nuevos dispositivos que calientan el tabaco sin quemarlo, generando un aerosol o vapor esencialmente diferente al humo del cigarrillo, ya que generan niveles medios significativamente menores de sustancias químicas nocivas o potencialmente nocivas en comparación con el humo del cigarrillo.
Así, mientras estos dispositivos para tabaco calentado llegaban a España en 2016, la compañía ha reforzado su apuesta por liderar una transformación en el sector, de tal forma que en 2023 el 99% de la inversión en I+D de la Philip Morris se destinó a las alternativas sin humo, y en el segundo trimestre de 2024, la compañía ya reportaba que el 38% de sus ingresos netos totales provienen de su negocio libre de humo, instaurado en 90 mercados.
Aunque el final de esta historia todavía no se ha escrito, Philip Morris tiene como objetivo llegar a 2030 como una compañía mayoritariamente libre de humo. Su meta es conseguir para entonces que, al menos, dos tercios de sus ingresos procedan de estos productos innovadores sin combustión dirigidos a fumadores adultos que tienen el potencial de reducir el daño que causa el hábito de fumar.
Continuará…