Los hechos, y no las palabras, generan confianza. Este aspecto es tan importante que desde hace tiempo se realizan estudios para analizar cómo la población percibe a las empresas y organismos, y valorar la confianza que les generan.
Por ejemplo, Edelman, empresa dedicada a la comunicación global, elabora todos los años el “Barómetro de confianza”, un informe que estudia precisamente eso. De la última edición, 2022, destacan cómo las empresas se han posicionado en “un nuevo rol como agentes del cambio”, y cómo por primera vez se han convertido en instituciones competentes y éticas, ya que son capaces de dar una respuesta a las necesidades de los consumidores.
La transparencia y el estudio científico son la base sobre la que se construye la confianza, un aspecto vital para empresas como Philip Morris, que asegura que “la compañía entiende la necesidad de seguir construyendo legitimidad y confianza siendo honesta, respetuosa, justa y transparente y alineando las acciones con las palabras en todas las áreas de su negocio.”
Mantener la confianza de la sociedad solo se consigue a base de trabajo y hechos reales. Y en la actualidad, la población se enfrenta a distintos retos como mantener el apoyo en aspectos tan importantes como la comunidad científica. Y este mismo escenario es en el que desarrollan su actividad las empresas de todos los sectores.
Más allá del humo
Aunque Philip Morris International es ampliamente conocida como una empresa de cigarrillos, en 2016 anunció su nuevo propósito: ofrecer un futuro sin humo centrando sus recursos en desarrollar, fundamentar científicamente y comercializar de forma responsable productos sin humo que sean menos nocivos que fumar, con el objetivo de sustituir completamente los cigarrillos lo antes posible.
Este cambio de paradigma se produce tras haber escuchado los reclamos de la sociedad de buscar soluciones al daño que producen los cigarrillos, y siendo conscientes de que las actuales políticas de prevención y cesación del tabaquismo no están teniendo todo el éxito que se esperaba: según datos de la OMS, en la actualidad existen más de 1.100 millones de fumadores, y es una cifra que no se espera que decrezca de manera sustancial. Por ello, para estas personas que van a continuar consumiendo el tabaco de la forma más perjudicial (los cigarrillos) es necesario darles acceso a toda la evidencia científica disponible sobre las alternativas al cigarrillo para que puedan tomar decisiones informadas.
Philip Morris asegura que “un futuro sin humo es alcanzable, y los beneficios que puede aportar a las personas que de otro modo seguirían fumando, y por tanto a la salud pública mundial, son enormes. Sin embargo, no podemos lograrlo de manera individual. Junto con las autoridades públicas y la comunidad científica, así como la sociedad civil, podemos aprovechar al máximo esta oportunidad”.
La transparencia es decisiva
En la actualidad, la sociedad demanda cada vez más transparencia a las empresas y necesita tener acceso directo a información y evidencias que demuestren que están apoyando a compañías que están contribuyendo a un mundo mejor.
En este sentido, según la encuesta realizada por la empresa independiente Povaddo, con el apoyo de Philip Morris International en España, en 2020, se vio que cerca de 8 de cada 10 españoles considerarían cambiar a estas alternativas si tuvieran una información más clara sobre sus diferencias con el cigarrillo tradicional y la ciencia que las respalda.
Como comentábamos, Philip Morris lleva más de una década transformándose para alcanzar un futuro libre del humo de los cigarrillos, a través de nuevas alternativas basadas en ciencia que reduzcan el riesgo de daño en comparación con seguir fumando.
La mayor parte de los sectores está en plena transformación con un objetivo: reducir el impacto que generan los productos en la salud, en el medioambiente o en la sociedad en general. El sector del tabaco no es una excepción.
La ciencia detrás del cambio
Para entender la diferencia que existe entre las alternativas libres de humo y los cigarrillos, es importante conocer sus características y la ciencia que hay detrás de ellas.
A día de hoy, la compañía cuenta con 18 estudios no clínicos y 10 estudios clínicos sobre sus dispositivos de calentamiento de tabaco que ponen de manifiesto la oportunidad que representan en términos de salud pública. Además de sus estudios propios, hay 10 organismos regulatorios y más de 50 estudios independientes que avalan que los dispositivos de calentamiento de tabaco, sin estar exentos de riesgo, reducen significativamente la exposición a sustancias dañinas y potencialmente dañinas.
Philip Morris tiene el compromiso de que se conozca toda la evidencia científica y por eso, todos sus estudios se recogen en la web pmiscience.com a la que todo el mundo puede tener acceso. Están haciendo una apuesta total por la ciencia, pero es igual de importante que se conozcan las conclusiones de todos sus avances.
De acuerdo con la compañía y en línea con el enfoque que están adoptando cada vez más países de nuestro entorno, las alternativas sin humo deben concebirse como una herramienta complementaria a las actuales políticas de prevención y cesación. Así, incorporando esta tercera vía se favorecerá que los fumadores adultos que de otra forma seguirían fumando cigarrillos (la forma de consumo de tabaco y nicotina más nociva y más extendida que existe) cambien a alternativas sin humo, generando un impacto positivo en la salud pública.
En palabras del Director Financiero de Philip Morris, Emmanuel Babeau: “Estamos convencidos de que la mejor forma de lograr un cambio sistémico y de impacto es transformando desde dentro hacia fuera, colaborando de forma constructiva con las distintas partes de la sociedad y, en última instancia, sustituyendo los cigarrillos por productos sin humo.”