¿Cómo es la transformación del sector tabaquero para reducir el daño de los cigarrillos en base a la ciencia?
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¿Cómo es la transformación del sector tabaquero para reducir el daño de los cigarrillos en base a la ciencia?

¡Ciencia, tecnología y acción! El impulso del desarrollo tecnológico es fundamental para alcanzar un futuro sin humo.



¡Ciencia, tecnología y acción! El impulso del desarrollo tecnológico es fundamental para alcanzar un futuro sin humo.

Muchos otros sectores ya han utilizado todo el potencial de la revolución tecnológica para reducir el impacto de sus productos en la sociedad, y el sector del tabaco no iba a ser distinto.

Estos avances se han convertido en elementos esenciales para contribuir al progreso de la sociedad y buscan, a su vez, generar un impacto positivo en la misma, como la introducción del coche eléctrico. De igual manera, la innovación tecnológica puede ser la herramienta que permita convertir productos como el cigarrillo en objetos del pasado.

Hace años que algunas empresas del sector tabaquero decidieron escuchar las demandas de la sociedad y se embarcaron en una transformación sin precedentes en busca de un futuro libre de humo.

Esta transformación considera la vía de la reducción del daño como una herramienta complementaria a las políticas ya existentes de prevención (evitar introducción en el hábito de fumar) y la cesación (apoyar el abandono completo del hábito de fumar), con el objetivo de reducir el daño asociado al tabaquismo. Esto se consigue a través del desarrollo de alternativas al cigarrillo libres de combustión y humo, dirigidas a fumadores adultos que de otro modo seguirían fumando.

El proceso de transformación

Dentro de todo este proceso transformador, existen empresas, como Philip Morris con un compromiso y una apuesta en firme en la consecución de un futuro sin humo. ¿Y cómo lo hacen?

Por un lado, se produce toda una renovación de los pilares, objetivos y valores de la empresa, haciendo de este compromiso una guía para sus futuras acciones. Por otro lado, la materialización de este compromiso, que en el caso de Philip Morris se traduce en una inversión de más de 9.000 millones de dólares desde 2008 para poder llevar a cabo este cambio de paradigma, además de incluir a casi 1.000 científicos en su plantilla.

Y es que, gracias a esta inversión, al compromiso y determinación, así como a las investigaciones científicas, se ha conseguido demostrar que las alternativas sin humo, como el cigarrillo electrónico o los dispositivos de calentamiento de tabaco, tienen el potencial de reducir de manera significativa el daño asociado al hábito de fumar. La clave está en el humo que se libera al quemar un cigarrillo, que contiene cerca de 6.000 sustancias químicas, de las cuales unas 100 han sido identificadas como nocivas o potencialmente nocivas, y son la principal causa de enfermedades relacionadas con el tabaquismo.

Jacek Olczak, CEO internacional de Philip Morris.

En palabras de su CEO internacional Jacek Olczak:

“Entendemos que nuestro negocio debe convertirse en un proveedor de alternativas eficaces a seguir fumando para los fumadores adultos que no lo dejan”
“Para lograrlo, nos estamos posicionando a la vanguardia del enfoque centrado en el consumidor, la tecnología, la ciencia y la innovación”

Nuevos productos con mayor tecnología

Por su puesto, la mejor decisión que pueda tomar cualquier fumador adulto para reducir el daño será siempre dejar de consumir tabaco y nicotina por completo. Pero, para aquellos que van a continuar con el hábito, pero quieren cambiar a una mejor opción a los cigarrillos, deben conocer y tener toda la información existente de las alternativas libres de humo avaladas por la ciencia, para poder tomar decisiones informadas.

Como hemos comentado, la clave de estas alternativas está en que eliminan la combustión de la ecuación, ya que gracias a sus sistemas tecnológicos de control de temperatura son capaces de calentar sin llegar a quemar. Por el lado del cigarrillo electrónico, lo que calienta es un líquido que suele llevar nicotina agregada; mientras que el dispositivo de calentamiento de tabaco, como su nombre indica, calienta tabaco real, que contiene de manera natural nicotina. Lo que producen, por tanto, estas alternativas es una especie de aerosol o vapor diferente al humo del cigarrillo, el cual contiene un centenar de sustancias químicas nocivas que han sido identificadas por distintas autoridades públicas como las causantes de los daños asociados al hábito de fumar.

Pero no hay que olvidar que con el uso de estos nuevos dispositivos se inhala nicotina y que no están exentos de riesgo. La nicotina es adictiva y no es inocua; sin embargo, no es la principal causa de las enfermedades relacionadas con el hábito de fumar, el humo sí lo es.

El camino hacia un futuro sin humo

Como hemos visto, esta transformación se hace a todos los niveles del sector y la compañía, y su firme compromiso se puede ver reflejado, además, en las metas como que, para 2025, Philip Morris:

Moira Gilchrist, Vicepresidenta de Comunicación Estratégica y Científica del Philip Morris Internacional

En palabras de Moira Gilchrist, Vicepresidenta de Comunicación Estratégica y Científica del Philip Morris Internacional:

“Nuestra transformación tiene mucho sentido, porque lo que estamos haciendo es reducir la demanda de cigarrillos a largo plazo, asegurando así que el descenso del consumo de cigarrillos continúe, e incluso esperemos que se acelere”