BAGDAD. Mientras estadounidenses y británicos avanzan en el despliegue de sus tropas hacia la región del Golfo, el presidente iraquí, Sadam Husein, apeló ayer a la solidaridad árabe para frenar "la agresión" de EEUU. El vicepresidente, Taha Yasin Ramadan, reiteró al diario Al Jamuriya la acusación de que los inspectores, en realidad, espían para Occidente. AGENCIAS