El canciller alemán, Gerhard Schröder, y el presidente francés, Jacques Chirac, acentuaron ayer en Berlín su común rechazo a una guerra en Irak, en respuesta a las críticas norteamericanas a esa posición. Schröder y Chirac se reunieron en la capital alemana para continuar la celebración del 40ª aniversario del Tratado del Elíseo, con el que Francia y Alemania establecieron las bases de una política de paz y cooperación común, tras la segunda guerra mundial.

Los gobernantes agregaron que Francia y Alemania están de acuerdo en que "la guerra siempre significa un fracaso" y por eso, añadieron, se debe "hacer todo lo posible para evitarla". Ambos dirigentes dejaron claro que se opondrán a un ataque contra Irak, mientras no se demuestre que ese país tiene armas de destrucción masiva, como sostiene, sin mostrar las pruebas, EEUU.

CONSEJO DE SEGURIDAD

"Berlín y París creen en la solución pacífica de conflictos", señalaron los dos dirigentes, explicando que defenderán esa postura común en los organismos internacionales pertinentes, como el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Schröder y Chirac ampliaron sus puntos de vista sobre este tema durante una reunión en Berlín del Parlamento Juvenil, que integran estudiantes franceses y alemanes, y donde el líder alemán concretó: "Alemania no va a legitimar una guerra".

Los dos dirigentes evitaron polemizar con Washington y fue el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer quien respondió a las palabras del secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, quien afirmó que Francia y Alemania representan a la "vieja Europa". Schröder y Chirac insistieron en la necesidad de prorrogar en el tiempo la misión de los inspectores de la ONU.

Los actos de celebración del Tratado del Elíseo concluyeron ayer con palabras destinadas a darle nuevo contenido al eje franco-alemán, que fue definido ayer como "pilar de la integración europea".