Cuatro militantes palestinos fueron condenados ayer a 29 penas de cadena perpetua cada uno por participar en un atentado suicida el año pasado en Netanya. El tribunal encontró a los acusados culpables de ayudar al suicida y de proporcionarle el explosivo. El atentado, el más mortífero de la Intifada --causó 29 muertos--, tuvo lugar en un hotel donde cientos de judíos celebraban la Pascua.