Lo que la izquierda radical alemana interpreta como "la traición" de Los Verdes se ha consumado este fin de semana en Cottbus, donde los socios de los socialdemócratas en el Gobierno aprobaron, al final de un congreso federal extraordinario de dos días, las reformas sociales que impulsa el canciller Gerhard Schröder. Sobre el apoyo mayoritario del partido a los recortes del Estado de bienestar no hay dudas: cerca del 90% de los delegados se declararon a favor.

"La coalición entre el partido socialdemócrata y Los Verdes ha salido reforzada hoy", dijo el jefe de la diplomacia alemana y líder del partido, Josckha Fischer. Y subrayó que ya no vale la máxima de "quitadle más a los ricos y dádselo a los pobres", porque no es la manera de solucionar el desempleo. Este fue uno de los temas de debate, en un país donde la tasa de paro fue del 10,4% a finales de mayo.