José María Aznar lanzó ayer una ofensiva en toda regla para que la futura Constitución europea reconozca "con claridad" la influencia "pasada y actual" del cristianismo en el continente. El presidente planteó su cruzada durante el encuentro que los líderes del Partido Popular Europeo (PPE) celebraron en la localidad griega de Sani antes del inicio de la cumbre de los Quince.

Secundado por el portugués Jose Manuel Durao Barroso, Aznar instó a los dirigentes conservadores a defender las esencias cristianas en la Conferencia Intergubernamental (CIG) que diseñará la nueva estructura institucional de la UE. Alegó que el actual borrador de la Carta Magna, que reconoce genéricamente en su preámbulo el papel de la religión en la construcción europea, debe mencionar al cristianismo.

Los dirigentes populares --entre los que se encontraban los jefes de Gobierno de Italia, Silvio Berlusconi; Austria, Wolfgang Schüssel; Holanda, Peter Balkenende, y Luxemburgo, Jean-Claude Juncker-- respaldaron los planteamientos de Aznar.