Al menos 12 inmigrantes africanos murieron y unos 170 desaparecieron ayer frente a las costas de Túnez después de que naufragara la embarcación que los transportaba clandestinamente hacia la isla italiana de Lampedusa. La tragedia ocurrió en medio de una gran polémica en Italia. El líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, propuso esta semana recibir "a cañonazos" a los inmigrantes, mientas que el Gobierno italiano aprobó el jueves un paquete de medidas para frenar la oleada de clandestinos en sus costas. En el mes de junio han llegado 3.000.