Tras el enfermo Bin Laden, el tuerto mulá Omar y el avejentado Sadam, es ahora otro achacoso "líder terrorista", Ibrahim, quien tiene en jaque al más poderoso Ejército del mundo y se escurre entre los dedos de miles de soldados de élite. EEUU crea así otra leyenda para la guerrilla. Igual que atiza la resistencia con acciones como la de Samarra, donde se han esfumado 54 supuestos cadáveres enemigos, pero siguen presentes los cuerpos de civiles ametrallados por las nerviosas tropas de EEUU. Cada día es más descarado el sofisma del terrorismo que se usa para justificar esta guerra de invasión.

Periodista.