La justicia alemana dictó ayer una orden internacional de arresto contra los dictadores argentinos Jorge Videla y Emilio Massera, así como el temible exgeneral Guillermo Suárez Mason, al considerar que existen pruebas "suficientes" para procesarlos como "autores indirectos" de la desaparición de dos ciudadanos de origen germano en 1977.

La orden de captura fue dictada por la Fiscalía de Núremberg y en ella se señala que Videla (jefe de Gobierno entre 1976 y 1980), Massera (número dos de la dictadura) y Suárez Masón, al frente del Primer Cuerpo de Ejército (símbolo de la represión durante la dictadura), "ejercieron el mando sobre un aparato de poder organizado" cuyo funcionamiento "llevó automáticamente al homicidio de las víctimas".

ESTUPOR Los casos de Elisabeth Kaesemann, hija de un teólogo luterano, y Klaus Zieschank causaron en su momento estupor en Alemania. Kaesemann fue vista por última vez en Buenos Aires en la noche del 23 al 24 de mayo de 1977. Un comando la secuestró y la torturó. Su cuerpo fue arrojado en un suburbio de la capital después de que sus familiares pagaran 30.000 dólares en concepto de rescate.