La última Duma (Cámara baja) rusa, elegida en diciembre de 1999, ha sido el legislativo mejor controlado por el Kremlin desde los 90. En octubre de 1993, el presidente Boris Yeltsin suprimió a sangre y fuego una rebelión del Soviet Supremo, el parlamento heredado de la época soviética y dominado por los comunistas. Sin embargo, el Partido Comunista de Rusia (KPRF) junto a sus aliados dominó en las dos primeras dumas, en 1993 y 1995.

Este dominio y la confrontación con Yeltsin provocaron varias crisis políticas en Rusia. En diciembre de 1999, el KPRF y la entonces nueva fuerza progubernamental, Unidad, casi empataron en las elecciones parlamentarias, obteniendo el 24,29% y el 23,32% de los votos. Sin embargo, el nuevo presidente, Vladimir Putin, elegido en el 2000, consiguió hacerse, tras prolijas negociaciones, con el control de la Duma. Unidad, que tenía 83 escaños, se fusionó con la alianza centrista Patria-Toda Rusia (51 escaños), liderada por gobernadores de distintas regiones rusas. De esta fusión nació Rusia Unida que controlará la nueva Duma.

Las fuerzas pro-Kremlin tenían el apoyo de los grupos Diputado Popular (56) y Regiones de Rusia (47). Varias veces, la Unión de Fuerzas de Derecha (32) y el Partido Liberal Democrático (12), del nacionalista Vladimir Jirinovski, también apoyaron al Kremlin.